Todo en esta cofradía suena a triunfo. Salir desde la ermita ya es una victoria a lo establecido, a lo normal. La Basílica de la Victoria, el Compás de la Victoria o la calle Victoria la reciben con familias sentadas a cada lado de la calle. La entrada en la Catedral es una victoria de la devoción presente y su cuidada estética es una victoria de la oración de la belleza. Incluso la música es un rezo melódico que se eleva para anunciar la próxima victoria sobre la muerte.

El muñidor de cabeza anuncia con su tintineo la llegada de la cofradía. El resto del cortejo es silencio y golpes secos de bastón en la calzada para dar las órdenes. Detrás el trono avanza bajo los rayos de sol. Las previsiones de lluvia parecen ya muy lejanas. El dorado del cajillo brilla con fuerza, igual que el sol bordado en el pecho de los nazarenos con el lema 'Charitas'. Es la única concesión a un cortejo austero y de luto. Este lema, en las túnicas que estrenan este año con diseño de Curro Claros, está en dorado y su brillo realza el mensaje, como un reflejo, algo más pálido, que el sol que lleva bordado en su manto burdeos Nuestra Señora de Fe y Consuelo. Hasta en ese detalle, todo tiene sentido, Caridad, fe y consuelo, todo es uno.

La Banda de la Soledad de Mena acompaña al trono del Yacente. La cruceta es pura elegancia y delicadeza musical. Siempre ha sido así en esta hermandad.

Viernes Santo | Monte Calvario

Viernes Santo | Monte Calvario

Las filas de nazarenos en esta cofradía son largas, muy largas. Más que muchas más veteranas. Aquí al nazareno se le cuida y se le da importancia. Pero verla no se hace pesado. Filas prietas, pasó ágil. Nada de separar las parejas para abultar.

La Virgen del Calvario llega a la plaza de los Monos con 'Santa María del Monte Calvario'. La Banda de La Paz aporta una interpretación llena de buen gusto y sentido musical. Las piñas cónicas de rosas rosas de los laterales del trono se elevan a una altura increíble, como buscando el cielo. En el trono, el palio bordado se sigue mostrando como un acierto. Una gran obra que realza el rostro delicado de la Virgen, en esa sagrada conversación con San Juan Evangelista.

Con entereza y la mente puesta en llegar a la Catedral, la hermandad del barrio de Victoria avanza consciente de que son las encargadas de abrir el Viernes Santo, una responsabilidad para hacer llegar más fuerte su mensaje evangélico.