La entrada oficial del verano invita a tomar el sol pero su abuso puede ser más que dañino. El melanoma produce el 4% de los cánceres de piel, pero más de las 3/4 partes de las muertes. Los expertos en Dermatología de Hospital Quirón Málaga advierten de que 1 de cada 53 personas tendrá un melanoma a lo largo de su vida, así como el carcinoma basocelular se constituye ya como el tipo de cáncer más frecuente en el ser humano, pese a que no se incluye en los registros por su casi nula mortalidad.

Según el Dr. Javier Romero, jefe de Dermatología de Hospital Quirón Málaga, existen dos tipos de abuso: “El abuso agudo es típico de la infancia y adolescencia. Más del 90% de las quemaduras solares se producen en los primeros 20 años de vida. Y aunque en ocasiones puede producir graves efectos, como golpes de calor que pueden producir incluso la muerte, o quemaduras extensas, la mayoría de las veces no pasan de una ligera molestia al acostarse por la noche”. Según el Dr. Romero, el problema surge décadas después. El daño del ADN que causa una quemadura a los 5 años, puede ser el factor inductor de un melanoma mortal a los 25, 35 ó 45 años.

El segundo tipo de abuso es el crónico, del que señala: “Aunque éste produce consecuencias en la edad adulta, también tiene su origen en la infancia, dado que es en este periodo cuando se crean muchos de los hábitos que regirán nuestros actos el resto de la vida”. El equipo de Dermatología de Hospital Quirón Málaga subraya así que el efecto de la exposición solar crónica puede manifestarse en forma de dos importantes patologías: el carcinoma basocelular, un tumor de enorme frecuencia, no mortal pero que, al afectar sobre todo a la cara, conlleva un importante efecto estético; y la queratosis actínica y su evolución, que viene a ser el carcinoma epidermoide”. El primero es una lesión pre cancerosa, que se manifiesta como un área rasposa de la piel. Y la queratosis actínica es el segundo cáncer de piel en frecuencia y, si bien no es tan mortal como el melanoma, si no se trata a tiempo puede tener un desenlace fatal”.

Se deduce así la importancia de la prevención, especialmente en la infancia: “Casi todos los problemas que vamos a sufrir por causa del sol tienen su origen en la infancia, bien por las quemaduras solares producidas, bien por los hábitos poco saludables que vamos a adquirir. Es de vital importancia que los padres se responsabilicen y eduquen a sus hijos (sin neurotizar, otro grave problema de nuestro tiempo)”, señala el Dr. Javier Romero, jefe de Dermatología de Hospital Quirón Málaga. Especialmente crítico es el periodo anterior a los 12 años, puesto que la mayoría de las quemaduras se producen en la adolescencia, momento en el cual los padres suelen ejercer poco control sobre los hijos. Es por esto que las campañas de prevención efectuadas en las últimas décadas aun no han tenido un efecto real sobre la prevalencia del melanoma, que sigue aumentando. Sólo en Australia, pioneros en este tema, comienzan a ver resultados tras el paso de una generación completa.

Los expertos instan así a que la ciudadanía extreme la precaución frente a la exposición al sol. Aunque el envejecimiento es inevitable, e influyen la gravedad, la gesticulación, el envejecimiento celular o incluso la radiación cósmica, el sol produce manchas inestéticas, capilares dilatados y rojeces o arrugas por perdida de elasticidad.

Decálogo

  • Evite la exposición solar directa en las horas centrales del día (de 12 a 17 horas aprox.), muy especialmente los meses de verano.
  • No confíe su protección a las cremas; retrasan el efecto de la radiación uv, pero no lo anulan.
  • La mejor protección solar es la sombra, planifique su día contando con ella. Una cerveza en el chiringuito protege del sol, disminuye el riesgo cardiovascular y ayuda a salir de la crisis.
  • Una prenda de ropa es mejor protección que la mejor crema. (Aplique crema en el resto de la piel).
  • Utilice cremas de factor protector igual o superior a 15 y replíquela al menos cada 2 horas.
  • Hidrátese y refrésquese. Los efectos del sol alcanzan más allá de la piel, produciendo golpes de calor, dolor de cabeza, etc.
  • Proteja a los niños. Es responsabilidad de los padres evitar quemaduras y educar en hábitos saludables.
  • El sol sale por el este y se pone por el oeste... Y es el mismo en el mar, la montaña y en calle Larios. Aunque el reflejo del agua y la arena amplifican su efecto, los escaparates y el mármol también. Protéjase.
  • Cuando se proteja, ¡no olvide su oreja! Es frecuente ver personas blancas como la leche pero con franjas de piel quemadas en el borde de la ropa, tobillos u orejas.
  • La más importante: utilice su sentido común. El sol es un regalo maravilloso que podemos disfrutar aquí más y mejor que en ningún otro sitio del mundo. Que su abuso no estropee su fama.