­La tecnología está en todos los ámbitos de nuestra vida, incluso en aquellos que en principio no lo parece. Una buena prueba de ello es el mundo del vino. Las posibilidades que ofrece la tecnología al sector vitivinícola van mucho más allá de tener una web corporativa. La explosión de las redes sociales, con Facebook y Twitter a la cabeza, junto con la cada vez más importante innovación empresarial y los numerosos emprendedores de nuestro país, están acercando la tecnología a un mundo que parecía quedarse anclado en el siglo pasado.

Así es como nos encontramos, por ejemplo, con emprendedores como Manel Sarasa y Ferran Centelles, que han conseguido darle una nueva vuelta de tuerca al difícil mundo del vino. Junto a todo un grupo de personas, estos dos emprendedores españoles han puesto en marcha una web sobre vinos que puede presumir de haber creado por primera vez su propia clasificación de los caldos. Ferran Centelles, que durante 11 años fue sumiller del conocido restaurante El Bulli, se unió un buen día con Manel Sarasa y juntos pusieron en marcha un novedoso método para degustar vinos.

A través de su web y mediante una suscripción, los socios pueden ir probando las propuestas vinícolas que cada mes sugieren los expertos de Wineissocial. Las experiencias de cata son enriquecedoras ya que se comparten no solo con expertos, sino también con otros aficionados al vino. Por si esto fuera poco, los símbolos identificativos de esta web nos dan pistas sobre nuestros gustos, y de esta forma podemos decidir si queremos o no probar la siguiente cata puesto que los caldos ya están previamente identificados. Y todo desde una web que ofrece buenos vinos y mejores consejos.

Consejos también se ofrecieron este año en el I Congreso Nacional de Vino y Tecnología que se celebró en Logroño. En este congreso se repasó, con la colaboración de la fundación público-privada Fundetec, el mundo del vino desde la perspectiva de la tecnología. En un completo estudio presentado se podía ver cómo el 95% del sector dispone de ordenadores y conexión a Internet para gestionar las bodegas. Además, el 85% de las empresas vinícolas españolas disponen de página web propia, lo que nos muestra un ejemplo claro de la importancia que la tecnología tiene en el sector.

Entre los muchos sistemas tecnológicos de que disponen las bodegas y productores de vino españoles nos encontramos con estaciones meteorológicas conectadas a las bodegas, tabletas con GPS que se usan a diario como cuadernos de campo o sistemas de información geográfica (GIS) que ofrecen valiosa información sobre los diferentes suelos en los que plantar las vides.

Con tanta y tan variada tecnología, las empresas vinícolas españolas están dejando claro que se pueden aunar las más ancestrales tradiciones para hacer vino junto a las más modernas tecnologías para cosecharlo, distribuirlo y comercializarlo. España, una vez más, a la vanguardia tecnológica.