Lo que puedes y no puedes hacer si pones en Málaga una vivienda en alquiler

Mayor libertad y flexibilidad a la hora de cambiar de vivienda, menos gastos de entrada, ayudas e incentivos para meterte o mantenerte en un piso… todas ellas son grandes ventajas que te invitan a alquilar o poner en alquiler una vivienda.

Antes de dar el paso para alquilar un piso, pueden surgirte muchas dudas sobre cómo llevarlo a cabo. ¿Qué documentos se necesitan para formalizar un contrato de alquiler? ¿Qué cláusulas son abusivas? Si eres inquilino, ¿Qué requisitos tengo que cumplir para solicitar un bono de ayuda al alquiler?

Descubre aquí si estás cubierto a nivel legal para alquilar una vivienda

En las siguientes líneas te contaremos todo sobre la regulación actual del alquiler de inmuebles y lo que necesitas tener en cuenta para conocer tu nivel de riesgo legal y evitar cualquier sorpresa si al final vas a vivir en o del alquiler.

Aquí encontrarás los derechos y las obligaciones que debes saber antes de alquilar un piso

La LAU, (Ley de Arrendamientos Urbanos) es la ley que te marca tus derechos y obligaciones a la hora de alquilar una vivienda ya seas arrendatario o arrendador.

Esta ley, 29/1994 de 24 de noviembre, ha sufrido una última regulación en virtud del Real Decreto-Ley 7/2019 de 1 de marzo, de medidas urgentes en materia de vivienda, que entró en vigor el 6 de marzo de 2019, y, es, por lo tanto, la que se aplica a los contratos de arrendamiento actuales.

Para iniciar un contrato de alquiler, el propietario de la vivienda solicita una serie de documentos al que quiere alquilarla. Estos son la identificación personal (DNI, permiso de trabajo y/o residencia) y la documentación que verifique la capacidad económica (nóminas, contrato de trabajo, declaración de la renta, etc.). del inquilino. El arrendador podrá, además, solicitar un aval bancario o fiador personal.

Duración del contrato de alquiler

La nueva LAU también establece que el arrendatario tiene derecho a dar por terminado el contrato una vez transcurrido los seis primeros meses a la firma del documento. 

Así, el inquilino podrá dejar el piso si desea hacerlo, pero tendrá que preavisar al propietario con, al menos, un mes de antelación. El dueño de la vivienda podrá cobrar los días que falten hasta completar los días que restan a los 30 de preaviso.

La reforma de la LAU, también permite una penalización equivalente a un mes de renta por año pendiente o en caso de períodos inferiores al año la parte proporcional de indemnización. Para que exista penalización debe figurar en el contrato.

Por otro lado, el contrato de arrendamiento podrá prorrogarse anualmente cinco años (si el arrendador es persona física) o siete años (si el arrendador es persona jurídica o sociedad), salvo que la necesiten para vivir en ella el casero, su cónyuge o sus familiares en primer grado por consanguinidad. Para que esta excepción pueda llevarse a cabo es obligatorio haber incluido esta posibilidad por escrito en el contrato.

Distribución de los gastos

Ante la aparición de un desperfecto importante en la vivienda, se debe solicitar lo más rápido posible su reparación. Si se rompe la caldera o una tubería que nos inutiliza el baño, por ejemplo, se podrá exigir al casero que lo repare y este deberá hacerlo sin subir la renta. Siempre y cuando, claro, no se haya producido por un uso negligente del arrendatario.

Abono de la renta del alquiler

El inquilino deberá pagar mensualmente la renta del alquiler establecida en el contrato (normalmente en los siete primeros días del mes), hacerse cargo de los suministros domésticos como la luz, el agua y el gas y cuando vaya a dejar la casa, ha de hacerlo en las mismas condiciones en las que la encontró cuando entró a vivir.

Abono de la fianza

La Ley de Arrendamientos Urbanos contempla la exigencia y prestación de una fianza equivalente a un mes de renta al entrar a vivir en la casa. Cuando se abandone la vivienda, se tiene derecho a recuperar la fianza depositada trascurrido un mes desde que se hayan entregado las llaves y siempre que la vivienda esté en buenas condiciones.

Como se puede solicitar el bono joven de alquiler según las ayudas al alquiler 2023

Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 están en vigor desde el 1 de enero de 2023. En éstos figuran una serie de ayudas para afrontar la actual inestabilidad económica.

En estos se ha incrementado un 5,4%, la partida destinada a las ayudas al alquiler con el objetivo de facilitar el acceso y la permanencia en una vivienda a sectores de población con escasos medios económicos. Estas ayudas son las siguientes:

• Para los mayores de 65 años: hasta el 50% de la renta mensual
• Para el tramo comprendido entre los 601 euros y los 900 euros (en determinados ámbitos dependiendo de cada comunidad): hasta el 30% del alquiler.
• De manera general: hasta el 40% de la renta mensual.

Requisitos para solicitar el bono joven de alquiler

El Bono Alquiler Joven es una ayuda que busca allanar el acceso a la vivienda o habitación, ya sea en régimen de alquiler o de cesión de uso. Esta nace para facilitar el acceso a la vivienda a los jóvenes con escasos recursos, tanto con ayudas directas como incrementando las viviendas sociales a precios asequibles.

Podrán solicitar esta ayuda de 250 euros mensuales todos aquellos que cumplan estos requisitos:

• Tener entre 18 y 35 años en el momento de solicitar la ayuda.
•  La vivienda arrendada deberá tener la consideración de vivienda habitual y permanente durante todo el periodo por el que se conceda la ayuda y será compatible con otras ayudas.
• Acreditar sus rentas de trabajo.
• Poseer la nacionalidad española, la de alguno de los Estados miembros de la Unión Europea o del Espacio Económico Europeo, Suiza o el parentesco determinado por la normativa que sea de aplicación. Los extranjeros no comunitarios deberán hallarse en situación de estancia o residencia regular en España.
• Ser titular o estar en condiciones de suscribir como arrendatario un contrato de arrendamiento de vivienda o, en calidad de cesionario, de un contrato de cesión de uso.

• Además se deberá disponer al menos de una fuente regular de ingresos iguales o inferiores a 3 veces el IPREM (Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples), umbral que podrá aumentar hasta 4 o 5 veces, para casos de personas con discapacidad o víctimas de violencia de género.
• La renta arrendaticia o precio del alquiler de la vivienda objeto del contrato no podrá superar los 600 euros mensuales. En el caso de alquiler de habitación esta renta o precio deberá ser igual o inferior a 300 euros mensuales. A nivel autonómico se podrá aumentar el límite máximo de las referidas cuantías hasta 900 euros o hasta 450 euros mensuales.
• Ésta ayuda se podrá solicitar durante un plazo de 2 años, y cada año han de cumplirse las mismas condiciones.