SOBREPESO

Los especialistas alertan: hasta el 70% de las personas con obesidad padecerán hígado graso

Los médicos dicen que no existe un tratamiento específico para la enfermedad y su control pasa por hacer ejercicio y una dieta saludable

Imagen de una mujer con sobrepeso.

Imagen de una mujer con sobrepeso. / EPE

Nieves Salinas

El hígado graso -que se caracteriza por la presencia de más de un 5% de grasa en el hígado, que empeora cuando se produce una inflamación o fibrosis (pequeñas cicatrices) en el mismo- afectará al 50-70% de personas con obesidad, como mínimo en un estadio inicial. Son estimaciones de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD) con motivo del Día Mundial de la Obesidad, que se celebra el 4 de marzo. De hecho, advierte la sociedad científica, ya afecta a una de cada cuatro personas que cuentan con exceso de grasa en este órgano.

Una enfermedad que, añaden, suele estar ligada a las principales alteraciones metabólicas entre las que destacan, precisamente, la obesidad y la diabetes, aunque, puede haber otras como el exceso de colesterol o la hipertensión arterial. "Es difícil separar obesidad e hígado graso", ya que, normalmente, "las personas con obesidad suelen desarrollar enfermedades hepáticas por otros motivos", explica el doctor Javier Ampuero, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Virgen del Rocío (Sevilla), investigador del Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBIS) y experto de la Fundación Española del Aparato Digestivo (FEAD).

De hecho, abunda el médico, "en consulta cada vez se ven más casos en los que el consumo de alcohol y la presencia de alteraciones metabólicas son las principales enfermedades que desencadenan cirrosis (estadio más avanzado del hígado graso), cáncer de hígado y trasplantes".

Hipertensión

En este sentido, la relación de causalidad entre obesidad e hígado graso es bidireccional y de retroalimentación, ya que, normalmente, "el hígado graso es más consecuencia de la obesidad que causa". Sin embargo, matiza el especialista, "los pacientes que presentan hígado graso de inicio tienen mayor riesgo de desarrollar obesidad, hipertensión o diabetes".

El hígado graso como enfermedad hepática, no presenta unos síntomas definidos, a menos que la dolencia esté muy avanzada

Sobre los síntomas, el hígado graso como enfermedad hepática, no presenta unos síntomas definidos, a menos que la dolencia esté muy avanzada, por lo que el médico incide en la importancia "de generar concienciación en la población". Si se habla del tratamiento, pasa por mantener un estilo de vida saludable. Lo primero, dice el doctor Ampuero, es "insistir en la actividad física", por lo que, "recomendamos como mínimo 8.000 pasos al día, es más importante fijarse en los pasos que en la báscula".

Y, por otro lado, llevar una dieta controlada en calorías, es decir, reducir la ingesta calórica e incrementar el consumo de fruta, verdura o pescado. "Teniendo una intervención sobre el estilo de vida, la obesidad y el hígado graso deben mejorar". Además, señala que, "hay que tener en cuenta que no existe un tratamiento específico actualmente", sí es cierto que existen ensayos clínicos en desarrollo como algún médicamente antidiabético que "consiguen una pérdida de peso de hasta el 20% y se ha observado que reducen la inflamación hepática", aunque precisa "no se recetan a personas no diabéticas".

Estadio más avanzado

Otro caso, explica, es cuando el paciente ya presente hígado graso en su estadio más avanzado. Entonces, el tratamiento para la cirrosis se centra en que no desarrolle más complicaciones que puedan acabar en cáncer de hígado o trasplante.

España es uno de los países más afectados por la obesidad infantil y adolescente

En este sentido, España es uno de los países más afectados por la obesidad infantil -el 39% de las niñas y el 38% de los niños de 7 a 9 años tienen sobrepeso y obesidad- y adolescente, lo que implica que, "en el futuro esos niños puedan desarrollar una enfermedad hepática avanzada". Por tanto, concluye el médico, se debe trabajar en la concienciación de la población "en que la posibilidad de tener sobrepeso ahora y desarrollar una enfermedad hepática en el futuro existe y se puede prevenir".