INSOMNIO

El cambio climático y las ciudades abiertas 24 horas alteran el sueño: un 10% de los españoles duerme mal

Los expertos reivindican que los problemas del sueño se aborden como un tema de salud pública y la puesta en marcha de una Estrategia Nacional

Paraje desértico en la provincia de Valencia por la sequía.

Paraje desértico en la provincia de Valencia por la sequía. / / EFE

Nieves Salinas

La Sociedad Española de Sueño (SES), que impulsa los actos por el Día Mundial, que se celebra el 15 de marzo, ha destacado que estudios que han demostrado que los determinantes sociales (como el nivel socioeconómico) y ambientales (luz, ruido, temperatura, calidad del aire, etc.) tienen un impacto directo sobre cómo dormimos. Pero, además, la SES advierte: un 10% de la población española (más de cuatro millones de personas) tiene algún trastorno del sueño y otro 30% (más de 12 millones de personas) se despierta cada día con la sensación de no haber tenido un sueño reparador o finaliza el día muy cansado.

Unas cifras que, según ha explicado en rueda de prensa la doctora Ana Teijeira Azcona, neurofisióloga clínica y coordinadora de los actos en España por el Día Mundial del Sueño, si no se toman medidas pueden seguir creciendo -especialmente entre los grupos de población más vulnerable- debido a los efectos del cambio climático y a la tendencia hacia un modelo de ciudad abierto 24 horas.

Olas de calor

"El cambio climático tiene un impacto en la calidad del sueño a nivel poblacional. Los países o las regiones que presentan un incremento notable de las temperaturas también sufren ese problema por las noches. Dormir por encima de los 29º o 30º de temperatura ambiente provoca serias disrupciones en el sueño", ha argumentado.

"Si, además, nos encontramos en un país en vías de desarrollo o en un barrio con menos posibilidades económicas para favorecer el confort durante la noche, tendremos un sueño alterado por las elevadas temperaturas, la ausencia de acondicionamiento de las habitaciones donde se duerme y el exceso de ruido y luz derivado de tener que dormir con las ventanas abiertas", ha abundado esta experta ha argumentado Ana Teijeira.

Abierto 24 horas

La neurofisióloga también ha alertado por el modelo de ciudad abierta 24 horas que se está imponiendo a nivel global: "Esto provoca un serio impacto en el sueño de la población, especialmente en las grandes ciudades, debido al exceso de ruido nocturno y de luz", ha señalado.

Por eso, ha advertido, es fundamental que en las ciudades "haya un buen plan de urbanismo donde las luces no impacten directamente en las ventanas de las casas, los niveles de ruido sean los menores posibles, haya unos horarios racionales de ocio y se favorezcan entornos urbanizados con parques y arboledas, que nos ayuden a luchar contra la polución, que también tiene un impacto sobre el sueño".

Población vulnerable

La doctora Ana Teijeira también ha alertado sobre los condicionantes sociales: "Las investigaciones demuestran que el sueño se ve más afectado en la población vulnerable, como son los niños, adolescentes, ancianos, personas con enfermedades graves o personas que viven acontecimientos estresantes en su entorno".

Según ha señalado la precariedad laboral, económica o social, como elementos estresantes, pueden afectar al sueño, ya que el estrés crónico es un importante disruptor del sueño. "Si nos acostamos todas las noches preocupados por nuestra situación laboral, porque es inestable, porque tengo una carga laboral insoportable, porque no llego a fin de mes o porque tengo una gran incertidumbre sobre mi futuro, los mecanismos implicados en el sueño no van a poder funcionar correctamente" ha señalado Teijeira.

La falta de sueño se relaciona con el desarrollo de enfermedades como las neurodegenerativas, cardiovasculares, metabólicas y mentales

Ha añadido que se ha estudiado el impacto negativo que tiene en nuestra salud mental. "Además, es la pescadilla que se muerde la cola, ya que las alteraciones en el estado del ánimo afectan a la calidad y cantidad de sueño, con una elevada probabilidad de desarrollar enfermedades como el insomnio crónico, que según un reciente estudio de la SES afecta ya al 14% de la población adulta en España", apostilla la experta.

Para Ana Teijeira, en base a toda esta evidencia y teniendo en cuenta el hecho de que la falta crónica de sueño se relaciona con el desarrollo de numerosas enfermedades, entre ellas las neurodegenerativas, cardiovasculares, metabólicas y mentales, así como unas mayores probabilidades de desarrollar determinados tipos de cánceres, el sueño debería "ser una prioridad" en todos los programas gubernamentales de salud pública.

Estrategia nacional

Teijeira ha estado acompañada por el doctor Carlos Egea, presidente de la Federación Española de Sociedades de Medicina del Sueño (FESMES), para quien la educación al paciente y la formación de los sanitarios son piezas clave: "Es fundamental que la administración sanitaria se involucre en la promoción de la calidad del sueño para impactar en el imaginario colectivo y situar los trastornos del sueño en un primer plano", ha dicho.

El presidente de FESMES ha reivindicado la puesta en marcha de una Estrategia Nacional del Sueño y ha señalado como esencial la creación de un Área de Capacitación Específica (ACE) para la medicina del sueño, algo que ya es una realidad en muchos países europeos como Alemania, Francia, Portugal, Hungría y Rumania, en los que la medicina del sueño está reconocida como una subespecialidad médica oficial, accesible desde un número limitado de especialidades.