Según han informado hoy fuentes de la Subdelegación del Gobierno, a primera hora de la madrugada de ayer el conductor de un camión observó a un menor solo y deambulando por la carretera Madrid-Irún, cerca de Burgos capital.

El conductor, vecino de un pueblo del Condado de Treviño, tuvo que hacer una brusca maniobra para evitar el atropello, porque en un primer momento confundió al bebé con una bolsa de plástico que se movía por el carril en dirección a Irún.

Inmediatamente acudió al lugar una patrulla de Tráfico que se encontró al niño con su pijama, con buen aspecto físico, que había sido cobijado en la cabina del camión.

Los agentes le taparon con un chaquetón y le llevaron al vehículo oficial, iniciando las gestiones por la zona por si pudiera tratarse de una víctima de accidente, o por si hubiera sido olvidado o abandonado por sus padres.

Como el pequeño, debido a su edad, no aportó ningún dato para su identificación, las patrullas de la Guardia Civil recorrieron las áreas de servicio y carreteras próximas, así como los márgenes y caminos, sin encontrar indicios de accidente, ni vehículos aparcados, por lo que decidieron llevar al menor hasta el Hospital General Yagüe para su exploración.

A las ocho de la mañana, una patrulla de seguridad ciudadana consiguió localizar a los padres en su domicilio, en un pueblo de la comarca, cerca de la capital burgalesa.

Cuando los agentes les comunicaron la incidencia, los padres aseguraron que el menor se encontraba en la cama, en el segundo piso de la vivienda.

Sin embargo, pudieron comprobar que el pequeño se había bajado de la cama, había pasado por cuatro puertas, dos de ellas de seguridad y, tras cruzar la verja del jardín, se había ido hasta la travesía del pueblo.

Luego cruzó varias calles y llegó, tras andar un kilómetro, a la carretera N-I, por la que recorrió cerca de quinientos metros hasta que fue avistado por el conductor del camión.