El golfista sudafricano Louis Oosthuizen acaparó ayer todos los focos en el Abierto Británico de golf, que se disputa en el campo escocés de Saint Andrews, al establecer una tarjeta de 67 golpes, cinco bajo par, para alzarse al liderato del major más antiguo del planeta.

Pero Oosthuizen no fue el único protagonista de una jornada inconclusa por el fuerte viento que azotó el campo en algunos momentos. Hubo dos españoles, más concretamente dos malagueños que, sin hacer demasiado ruido, ya están colocados en sexta posición con -5 para atacar el fin de semana. Lo que hicieron ayer Miguel Ángel Jiménez y Alejandro Cañizares es una gran noticia para el golf español. Un veterano y un novato (´Cañi´ disputa su primer major) plantando cara a los mejores del mundo. Puro espectáculo.

Jiménez firmó los mismos 67 golpes del líder –la mejor tarjeta del día–, y está en perfecta posición para atacar el fin de semana. Cañizares por su parte, no pudo terminar su vuelta. Al joven le tocó jugar en las condiciones más duras pero aún así se agarró al campo –no como Rory McIlroy que firmó 80– y cuando se paró el juego estaba en el hoyo 12 y al par, por lo que mantiene el -5 de su gran primera jornada.

De vuelta a Jiménez, jugó con los hierros de forma prodigiosa y estuvo muy cómodo en los greenes. Se encuentra en un excelente estado de forma, como demostró hace dos semanas en Francia, y sólo necesitaba que le acompañaran las condiciones meteorológicas. Y ayer por la mañana, cuando le tocó jugar, pudo plantar cara al campo.

El malagueño sacó a relucir toda su finura. Tiros precisos, múltiples opciones de birdie y el putter funcionando a destajo. Miguel metió muchos putts de birdie de 3 y 4 metros, lo que separa el éxito de la mediocridad.

Jiménez se siente a gusto con su swing y cuando está cómodo es muy peligroso para sus rivales. Además, se siente con opciones de ganar, aunque prefiere ir de tapado. Atención a sus números de ayer: cogió diez calles, 15 greenes y tiró 29 putts. Si funciona el putter, Jiménez será candidato a la victoria. Él siempre lo dice: «El putt es el que da las victorias».

En cuanto al resto de la jornada, la tarde fue realmente dura. Tanta fue la intensidad del viento que las bolas comenzaron a moverse solas en los greenes. Y, claro, así no hubo forma humana de proseguir el juego. Los 64 kilómetros por hora del viento escocés obligaron a parar toda actividad durante una hora.

En la reanudación el viento desató la locura y un golf de circunstancias a los favoritos. Rory McIlroy (80 para -1 en el total), Tiger Woods (ayer 73 para -4), Ernie Els (79 para +4) o Ian Poulter (73 para par) peleaban en St.Andrews con golpes tendidos, elecciones de palo y parábolas con las que compensar los efectos caprichosos e impredecibles del viento. Tampoco Phil Mickelson, el segundo del mundo, fue incapaz hoy de bajar de los 70 golpe y firmó 71 para estar al par. Ojo con Paul Casey y Lee Westwood, dos de los favoritos, y que están con -6.