El Sporting, que debía ganar en el Villamarín para apurar sus opciones de ascenso directo, cumplió con creces con su deber ante un Betis (0-3) ya con la mente en Primera desde hace dos jornadas y además le acompañó el resultado del Girona (1-1), por lo que asciende a la máxima categoría por vía directa.

El conjunto gijonés tenía que esperar la derrota del Girona ante el Lugo o el empate, para lo que debía marcar en Sevilla mas de un gol, lo que hizo, aunque cuando acabó su partido el cuadro catalán ganaba 1-0 y dejaba al Sporting con la miel en los labios, pero la alegría se desató todavía con los jugadores en el terreno al enterrarse del empate del Lugo.

Fue también la despedida de la temporada del equipo verdiblanco y también de la Liga Adelante después de que hace dos jornadas se asegurara el retorno a la máxima categoría y como campeón.

La idea del equipo que entrena Pepe Mel era la de acabar el ejercicio con un buen sabor de boca ante sus seguidores, pero la verdad es que, con el objetivo ya conseguido, el técnico madrileño aprovechó para sacar un once inicial con mezcla de los pesos pesados de la plantilla con otros futbolistas que han dispuesto de menos minutos durante este ejercicio.

La formación gijonesa afrontó el choque de una manera muy distinta pues, con la disputa de la fase de ascenso ya asegurada como tercero, se plantó en el Benito Villamarín con la obligación de ganar y esperar a lo que hacía el Girona para desbancarle de la segunda plaza y lograr el retorno a la Liga BBVA por la vía directa.

A favor del conjunto que entrena Abelardo Fernández estaba el que el rival no tenía la presión clasificatoria y que, además, la cordialidad y las buenas relaciones entre la afición bética y la sportinguista le podía venir bien.

En contra, tuvieron el sofocante calor que soportaron sobre el césped del estadio hispalense para ser, en teoría, el equipo que debía proponer más desgaste físico.

Con todo, lo que se vio desde el inicio fue que los visitantes expusieron más y ya antes de que se cumpliera el primer cuarto de hora Miguel Ángel Guerrero y Carlos Carmona, éste con un remate que acabó con el balón repelido por un poste, pusieron en aprietos al meta Dani Giménez, quien por segundo partido seguido sustituyó al titular de la temporada, Antonio Adán.

No tardó mucho en intentarlo otra vez el Sporting y esta vez sí Guerrero vio puerta al rematar a placer tras el centro de un compañero.

No cambió mucho el panorama con el 0-1, ya que los de Abelardo buscaron con insistencia el segundo tanto que, con el momentáneo empate del Girona ante el Lugo, le daba el ascenso, aunque también el Betis, con espacios, se plantó ante el portero Iván Cuéllar con opciones de empatar en varias ocasiones.

Para los visitantes las tuvieron claras Carlos Castro, Carmona y Sergio Álvarez pero se retiraron al descanso con el 0-1 y también conocedores de que el Girona se había puesto 1-0 ante el Lugo.

En la reanudación, Jorge Molina, el mas activo en la delantera local, se puso de gol en un par de ocasiones pero fue el Sporting el que al cuarto de hora logró el 0-2.

Fue Jony Rodríguez, quien había salido momentos antes en sustitución de Carlos Castro, el que de potente disparo puso el 0-2, un tanto al que siguió otro poco después de Isma López ante un rival al que se le notó mucho que no le iba nada en juego y que también pareció desgastado por el calor.

En el conjunto sevillano solo se vio la satisfacción de ver volver al terreno de juego del lateral Álex Martínez, quien jugó el último cuarto de hora del choque después de siete meses ausente por una grave lesión de ligamentos en la rodilla izquierda.

Al final alegría desatada de la delegación asturiana y de los cerca de dos mil seguidores que se desplazaron hasta la capital andaluza para esperar un milagro que se produjo.

Incidentes en el Girona-Lugo

El Girona perdió una oportunidad histórica de ascender a la Primera División de forma directa, al empatar el partido frente a un Lugo (1-1) que no se jugaba nada, pero que en el minuto 93 marcó su tanto, que cayó como un jarro de agua fría en Montilivi.

El partido vivió un momento extraño, ya que tras un gol en el añadido también del Girona, que fue anulado por fuera de juego, un botellazo al linier obligó al árbitro a recluirse en el vestuario, igual que los jugadores del Lugo. Después de unos minutos, el árbitro obligó a jugarse los 40 segundos que faltaban.

Se da la circunstancia que el colegiado José María Sánchez Martínez ya obligó el año pasado a reanudar el partido en el que La Palmas se daba como equipo ascendido, y en los minutos que se debieron jugar tras una invasión de campo, el equipo insular perdió el ascenso, en beneficio del Córdoba.

Ante este imprevisto, ya que en Girona se tenía fe ciega en un triunfo que les llevase a la primera división por primera vez en sus 85 años de historia, el equipo catalán tendrá el premio de consolación y se jugará la promoción contra el Zaragoza, y en caso de superarla, contra el ganador de la otra eliminatoria.