Málaga se ha quedado sin Récord Guinness. A falta de que la organización ofrezca una cifra exacta durante el lunes, Málaga se quedó en 6.600 personas, lejos del récord actual que tenía como referencia de 7.756 personas, que en 2010 botaron durante 5 minutos en Palestina en una acción organizada por las Naciones Unidas para los refugiados. Málaga se ha quedado a las puertas del registro y no ha podido establecer una nueva marca. Aunque la la web YoWotoPorMalaga.com ha registrado más de 8.000 ingresos y se han cursado las respectivas solicitudes, luego no han comparecido todos, y Málaga se ha quedado sin premio.

Una pena, porque Málaga se había movilizado para lograr el récord. Casi 200 voluntarios han colaborado con el acto, ha ayudado en el inflado de balones y han estado desde primera hora de la tarde de este domingo. Hubo cortes de tráfico en calle Miguel de Mérida Nicolich y Alicia de Larrocha desde la mañana del domingo, que fueron ya totales ya a partir de las 15.00 horas. Desde esa franja comenzaron a llegar aficionados en vehículos privados para poder aparcar. También hubo refuerzos en la EMT Málaga: líneas 3, 7 y 31. Colaboración de la Policía Local y Protección Civil, una unión de fuerzas que permitieron que se creara un gran clima de baloncesto.

Cientos de niños, adultos, jóvenes, hombres y mujeres se concentraron en los aledaños del Carpena. A eso de las 17.00 horas ya había más de 5.000 personas, que contaron con la animación del dj "El Pulpo", que no dejó de pinchar música y darle mucha energía al sarao.

La iniciativa servía también para potenciar la capitalidad deportiva europea de Málaga 2020, con la presencia del alcalde, Francisco de la Torre; la concejala de Deportes, Elisa Pérez de Siles; Luis Verde, director de Málaga Deporte y Eventos; Eduardo García, presidente del Unicaja; e Inés Borges, responsable de Marketing de Worten España.

Todo estaba preparado para la consecución del récord, pero la gente se hacía de rogar. A las 17.30 horas se llevó a cabo el ensayo general del Récord. Más de 5.000 personas se situaron repartidos por zonas ya delimitadas por la organización, con cabida para grupos de 50 aficionados. Un voluntario les seguía muy de cerca, ya que la consecución del registro debía obedecer ciertos parámetros. Había que botar el balón durante cinco minutos con una sola mano, nunca con las dos. Para vigilarlo hubo una centena de voluntarios repartidos por las inmediaciones del Carpena, además de un notario y de un juez enviado por el Libro Guinness de los Récords.

A las 17.45 horas debía comenzar la prueba, pero la organización comenzó a demorar el arranque a la espera de que los más rezagados llegaron. La tarde dejó paso a la noche y a una hora del inicio del Unicaja-Barça, con 6.600 personas en la zona del Récord Guinness, se tuvo que llevar a cabo el intento fallido de un registro que se quedó a las puertas.