Los psicólogos y los responsables de los clubes deportivos lo tienen claro: privar del deporte base a los hijos por llevar malas notas a casa no es un buena medida. Hay padres que opinan los contrario: el deporte base es un premio, dicen, y por lo tanto debe ser apartado durante un tiempo para buscar la reacción de los chavales en el rendimiento escolar.Pero, ¿es el deporte base realmente un premio para los niños?

La psicóloga Aroa Albert, especialista en infancia y adolescencia, lo tiene claro: «No». Trata casos de este tipo en su consulta de forma habitual con las familias. «Utilizar la retirada del deporte como castigo no es la mejor idea. Si un niño o adolescente suspende asignaturas, hay que buscar los motivos, que pueden ser muchos: desmotivación, problemas familiares, acoso escolar...», explica Aroa. «El deporte es una excelente vía de educación, porque fomenta precisamente lo que buscamos en ellos: la responsabilidad, las habilidades sociales, el compañerismo», explica.

La opinión de la experta en psicología infantil va más allá de todo esto. Al fondo de la cuestión. «La respuesta a estos problemas está en la organización. Los niños deben aprender a organizarse y a que tengan su propio espacio, su escritorio, su habitación, para hacer los deberes», explica, en relación a que la solución a mejorar el rendimiento escolar está en otras esferas, no en las horas que invierten en el deporte.

Joaquín Ortega, entrenador del equipo alevín del Fútbol Base Torreño, tiene una opinión muy clara al respecto. Y es que el técnico costasoleño no es nada partidario de que los niños dejen de hacer deporte por malas calificaciones en el colegio. «No estoy de acuerdo con castigarlos con no venir a entrenar. Hay otras cosas para castigarles antes que quitarles el fútbol. Practicar deporte siempre es bueno. Sería importante que cada niño hiciera un deporte. Los padres lo que deben de hacer es inculcarles que hagan deporte, pero nunca quitárselo», asevera.

Ortega reconoce que incluso él mismo se interesa por las notas de sus jugadores, pero siempre como un estímulo para premiar a los mejores. «Lo que diga el padre lo respeto, pero yo tengo otra táctica. Yo siempre les pregunto a los niños y a los padres por cómo van en el cole e incluso en años anteriores he pedido las notas para premiar a los que tienen buenas calificaciones. Por ejemplo, si tengo que hacer una convocatoria porque tengo más jugadores que número de fichas para el partido, pues al que tiene un suspenso lo dejo fuera de ese partido antes que a otro con todo aprobado», explica en técnico torreño.

Este debate abierto no es una cuestión exclusiva del fútbol base, Málaga es la provincia de Andalucía con más equipos de baloncesto de formación y en el deporte de la canasta también hay esta problemática. Pedro García, presidente del CB El Palo, uno de los clubes de básket más importantes de la Costa del Sol y de toda la comunidad autónoma, lo tiene claro. «Lo más importante son los estudios, pero yo personalmente nunca les quitaría de hacer deporte, hay otras cosas como las consolas, los teléfonos móviles, las salidas con los amigos.... Quitar de hacer deporte como castigo por el tema de los estudios no es una buena opción para mí. Es respetable la opinión de los padres, porque quieren lo mejor para sus hijos, pero quitar de hacer deporte no es fomentar su salud. En los 14 años que llevo al frente del CB El Palo pocas veces me he encontrado con estos casos. Cuando ha ocurrido, hemos siempre intentado mediar con los padres. Nos hemos encontrado de todo», afirma el presidente paleño.

Fran Rueda, entrenador alevín femenino del Club Balonmano Fuengirola El Coto, es de la misma opinión que los anteriores expertos cuestionados sobre este asunto y reniega de la decisión de dejar a un niño sin deporte por malas notas en el cole.

«No es una buena idea porque en el deporte lo que se hace es educar en valores, además de hacer el deporte en sí. Los niños aprenden a respetarse, a relacionarse y eso no se les puede quitar porque es negativo para la formación de sus hijos. Yo no he tenido muchos casos de estos. He visto castigos de días o de alguna semana, pero no medidas drásticas. Respeto la decisión, pero el deporte debería ser intocable», explica el técnico malagueño.

La clave está en organizarse

La psicóloga Aroa Albert cree que los padres a veces son demasiado protectores con sus hijos. «Los grupos de Whatsapp de padres son perjudiciales. Estamos quitando la única responsabilidad que tienen los niños, que es de la organizarse y ser dueños de sus responsabilidades. Eso de que los padres pregunten por los deberes de sus hijos en el grupo es un gran error. Y los niños pueden fallar. La lucha que tenemos es que pedimos que dejen fallar a los niños, que aprendan con el error», explica.

«Lo que funciona muy bien con los adolescentes es firmar un contrato entre ellos y los padres antes del curso, en el que quede bien claro qué les puedes quitar si suspenden, pero diciéndole siempre que confías en ellos. Los niños no son sólo las notas. Son más cosas: son alegres, inteligentes, ordenados, cariñosos... Hay que motivarles, hacer más cosas con ellos aparte de los deberes, como compartir más horas de ocio o ir a ver sus partidos», afirma. «Quitarles el deporte, sobre todo si es de equipo, desde luego que no es la solución, porque suele ser lo que más les motiva. Insisto: la solución está en una mejor organización», apostilla.