Hoy, 8 de julio, es el día fijado en el calendario de la Federación Española de Fútbol para determinar oficialmente la composición definitiva de los grupos de Tercera División y así iniciar el procedimiento para marcar calendarios y permitir a las distintas entidades deportivas poner en marcha la pretemporada. Pero este verano no es ni mucho menos una fecha más para escuadras malagueñas como Alhaurino, Torremolinos y Rincón porque de la decisión de esta tarde depende su continuidad una campaña más en la cuarta categoría de este deporte.

Directivos, técnicos, jugadores, abonados y simpatizantes cruzan los dedos desde hace días. La Asamblea de la Andaluza celebrada anteayer no sirvió para ratificar lo que en los despachos parecían haber arrancado dirigentes de Alhaurino y Torremolinos con la Federación Española, el compromiso con la composición de 22 equipos que se ha mantenido en estas últimas temporadas.

Más difícil lo tiene a priori el CD Rincón, peor clasificado que esas otras dos escuadras malagueñas y que sin embargo apela a una posible recomposición del grupo de Murcia en la categoría, donde ya militan algunos clubes de Almería de manera excepcional. Es la entidad número 23 en discordia, con lo que un grupo de 22 sin reorganización entre territorios lo obligaría a asumir un descenso que en teoría no entraba en sus planes durante las últimas jornadas (la falta de ascensos a Segunda B y los descensos de dicha categoría han establecido un «overbooking» insólito en este grupo noveno).

En el peor de los escenarios, justo el que inicialmente se anunció y que desató la alarma en la Costa del Sol, hasta ocho descensos iban a producirse de cara a la próxima campaña 2019/2020. Ese reajuste también inédito en la Tercera División reservada al ámbito territorial de Andalucía Oriental y Melilla condenaba sobre el papel a los tres conjuntos malagueños ya reseñados, Alhaurino, Torremolinos y el propio Rincón.

Hoy se confía en que se dé solución al cisma abierto, porque además en determinados foros se recuerda que la propia entidad federativa dio marcha atrás a la reducción a 20 equipos, beneficiando a dos escuadras granadinas. «Ahora los implicados somos clubes malagueños y no consideramos justo que no se tengan en cuenta nuestras reclamaciones, como se tuvieron en cuenta las que llegaron en 2018 de entidades de la provincia de Granada», lamentaba el sábado en la Asamblea un directivo costasoleño.

El presidente de la Federación Andaluza, Pablo Lozano, se apresuró a afirmar que no se trataba de contentar a unas provincias y no a otras, sino de establecer un criterio justo que permita un normal desarrollo de la competición. En este sentido, determinados clubes del grupo IX a instancias en varios casos de sus respectivas plantillas se habrían quejado de lo extenso del calendario con un cuadro de 22 escuadras. De hecho, en puentes festivos y otras fechas señaladas para el descanso familiar, muchos jugadores de esta «categoría no profesional» se han visto obligados estas últimas campañas a realizar largos desplazamientos y a sacrificar determinados reencuentros del ámbito personal.

Posible reducción a 20 equipos

Por eso no sorprendería hoy la reducción a 20 conjuntos de cara a un calendario con 38 jornadas, al gusto de la mayoría de los equipos que conforman el grupo IX de Tercera. Los dirigentes en el organismo federativo recuerdan que en la recta final de la temporada ya era más que probable descenso de los tres equipos que finalmente se incorporan desde Segunda B. Y también insisten en que, como durante años ha ocurrido, la reconfiguración de Tercera ha estado condicionada también a los ascensos. En este caso, el Linares acarició el ascenso en el último suspiro de la fase de ascenso. Pero el Antequera, por ejemplo, cayó en la primera de las rondas y empezó a allanar ese camino hacia la ausencia de equipos que diesen el salto a Segunda B desde Tercera.

La carambola máxima la representa el CD Rincón, porque apelaba a nuevas incorporaciones de la provincia de Almería al grupo de Murcia en la categoría, así como a un casi impensable reajuste del actual grupo X que históricamente se ha limitado a incorporar equipos de Andalucía Occidental y al representante de Ceuta.

Lo que no admite dudas, en defensa de los conjuntos malagueños inmersos en este conflicto federativo, es que se acerca la segunda quincena de julio y, como ya ha ocurrido en otras campañas, la falta de planificación que afecta a determinados equipos puede condicionarles de cara a la incorporación de jugadores.

Los presupuestos varían de manera significativa de jugar en Tercera a hacerlo en División de Honor. En ese sentido, hace ahora un año, Guadix y Huétor Vega apelaron a esa circunstancia para que el delegado de la Andaluza en Granada, José Manuel Molina, fuese determinante en la continuidad de un grupo noveno de Tercera con 22 escuadras.

Pero ahora los dirigentes no son los de entonces. La propia Federación andaluza acaba de culminar el proceso para que Eduardo Herrera, presidente durante más de tres décadas, cediera su cargo a un nuevo grupo de directivos autonómicos. Estos últimos son los que, sin ascensos, se han encontrado la patata caliente de reajustar un grupo al que se añaden Atlético Malagueño, El Ejido 2012 y Almería B.

El origen del cisma abierto está ahí, pero también en la posterior apertura de un proceso de audiencia a todos los equipos implicados. Esa consulta a la totalidad de escuadras ha desatado las iras de determinados conjuntos que hoy podrían verse obligados a descender. Si se ajusta definitivamente el grupo IX a 20 clubes Alhaurino, Torremolinos y Rincón acusarán de insolidarios al resto.