El tenista rinconero Alejandro Davidovich ha prolongado la alegría de haber alcanzado sus primeros octavos de final de un Grand Slam (la pasada semana cayó ante Zverev en el US Open), con dos triunfos sobre la arena romana que están a punto de situarlo en su primer cuadro final del prestigioso ATP Masters 1000 del Foro Itálico. El malagueño no ha tardado en readaptarse de la pista rápida a la arcilla, gracias en parte al trabajo de estos últimos meses en Marbella o al de hace pocos días junto a Rafa Nadal, con quien entrenó nada más aterrizar desde EEUU.

Ayer, Davidovich no tardó ni una hora, concretamente tres minutos menos, en superar al número 88 mundial, el tenista japonés Yuichi Sugita (6-0 y 6-1). La primera manga fue prácticamente un paseo, porque el rinconero encadenó los seis primeros juegos de manera consecutiva y en menos de 20 minutos. Sugita venía de derrotar al sudafricano Lloyd Harris también en dos sets (6-4 y 6-2), pero no pudo contra un contrincante que el sábado se había tenido que emplear a fondo para remontar un tanteo que de inicio le fue adverso.

Después del viaje desde tierras norteamericanas, el malagueño debutó en Roma el pasado sábado ante el cabeza de serie número 8 y uno de los 65 mejores tenistas del planeta, el argentino Juan Ignacio Lóndero. Precisamente, este tenista estrenó su palmarés en el circuito ATP al conquistar el pasado año el torneo de su ciudad natal, Córdoba. Era a su vez la primera vez que este campeonato formaba parte del principal calendario del tenis mundial. Lóndero superó por 6-2 en poco más de media hora a Davidovich en la primera manga, pero a partir de ahora la balanza cambió por completo.

Justo media hora tardó el tenista rinconero en devolverle el 6-2 para igualar el tanteo y en el tercer y definitivo set de nuevo anotó un 6-2, en 44 minutos. Así selló un brillante debut sobre la legendaria arcilla romana, al que le han seguido crónicas a ambos lados del Atlántico, por la enorme calidad sobre el papel de ese primer rival.

Hoy el malagueño podría volver a hacer historia para el tenis andaluz, sin haber todavía podido digerir lo que supuso retornar a la competición con un extraordinario papel en Flushing Meadows. Sería su segunda participación en el cuadro final de un ATP Masters 1000, después de que el pasado año recibiese la invitación para disputar el correspondiente al Mutua Madrid Open.

Esta vez sería, por lo tanto, tras superar las tres rondas de la calificación previa. Por esta vía sólo hay nueve plazas en juego y su contrincante será hoy otro jugador muy joven y situado ya entre los 100 mejores del mundo, el francés Corentin Moutet. Ayer disputaba el set de desempate cuando llegó la retirada de su rival, el italiano Roberto Marcora.