Equipo de ´play off´. Al menos, de manera virtual. A eso aspira esta noche el Unicaja. Ganar al Blancos de Rueda Valladolid equivaldría a sacar más de medio billete para acceder a la lucha final por el título, donde sólo estarán los ocho mejores de la Liga ACB. Si el equipo malagueño vence al antiguo Forum hoy, en horario de Euroliga (20.30 horas), sin televisiones de por medio y solapado por el fútbol, se quitará un peso de encima.

Tal y como ha ido la temporada, el Unicaja puede darse con un canto en los dientes por estar en la fase final, junto a los elegidos. Porque hace poco más de un mes, antes de tomar carrerilla y sacar adelante los partidos ante rivales directos como Gran Canaria, DKV Joventut y Asefa Estudiantes, lo de los ´play off´ no olía nada bien. Todo ha cambiado ahora. El objetivo mínimo estará casi logrado sacando adelante el atípico choque de hoy.

Desde la sexta plaza que atesoran ahora los cajistas se puede soñar con pocos botines, pero al menos veremos baloncesto en Málaga un par de semanas más. Con un balance de 16 triunfos y 15 derrotas tras 31 jornadas, esa plaza es más que justa. Pensar en cotas mayores, estando el Cajasol, quinto, a dos triunfos, parece desmesurado. Bien haría el equipo de Aíto García Reneses con asentarse en esta sexta posición.

Por detrás achucha fuerte el Estudiantes (16-15), empatado, aunque con el ´average´ para los verdes, que ganaron en Madrid y en Málaga. El Gran Canaria (15-15 con un partido menos) también está en la pomada. Hasta ahí llegan los ocho primeros. Aspiran a subirse al tren de cabeza Bizkaia, Granada –próximo rival verde– y DKV Joventut, todos con 14-17. Lejos del Unicaja en caso de que los verdes consigan esta noche la victoria.

Lo bueno y, al mismo tiempo, lo malo del partido es que el cuadro pucelano no se juega absolutamente nada. En su retorno a la elite del básket nacional ha logrado la permanencia matemática a tres jornadas de la conclusión de la Fase Regular. Saltará al parqué del Carpena –sin goteras, por cierto, salvo chaparrón inesperado– sin nada en juego. Y eso puede anestesiar a los hombres de Porfirio Fisac o, por contra, transmitirles una tranquilidad que les haga jugar sueltos y sacar lo mejor de sí mismos. Por eso, lo de esta noche parece, a priori, un trámite envenenado. Dependerá, en buena medida, de la actitud de los malagueños.

Porque delante estará un Blancos de Rueda que llega con su peor racha esta temporada. Ganó la pasada jornada sí, pero tras haber encadenado justo antes ocho derrotas consecutivas. Fue ese postrero triunfo, unido al resto de resultados, lo que le ha permitido prolongar su estancia en la ACB.

Aíto tendrá su plantilla al completo. Omar Cook, que ha estado ausente de un par de sesiones de trabajo debido a una lumbalgia, está totalmente recuperado. Por lo demás, tranquilidad absoluta en esta semana. Y es que siete días para preparar un encuentro, ante el Blancos de Rueda, es todo un mundo para un equipo acostumbrado al estrés de combinar dos torneos.

De hecho, el partido de la primera vuelta, que originó un cisma entre el Unicaja y la ACB, al disputarse un sábado por la tarde, en vez de un domingo por la mañana como estaba previsto, se disputó con los cajistas recién llegados de Estambul (Turquía), en la otra punta de Europa. Fue el famoso partido de las camisetas.