­El pasado mes de agosto, en plena vorágine de fichajes en el baloncesto europeo, sorprendió la noticia del fichaje de Shelden Williams por el «modesto» Chalon francés. El ala-pívot de 28 años, una estrella salida de la prestigiosa Universidad de Duke, decidía dar el salto a Europa después de militar la pasada temporada en los Nets -donde promedió 4.6 puntos y 6 rebotes por partido- y antes en Atlanta, Sacramento, Minnesota, Boston, Denver y New York. Con los Celtics llegó incluso a jugar las Finales de la NBA en 2010, siendo titular en el decisivo séptimo partido ante los Lakers que su equipo acabó perdiendo.

Con una prometedora carrera por delante en la NBA, casi nadie entendió la decisión de Williams de emigrar a Europa y, mucho menos, la de fichar por un equipo sin grandes aspiraciones continentales. Pero Shelden sí tenía un motivo para «huir» de los focos en EEUU. Y es que el jugador americano está casado con Candance Parker, considerada la mejor jugadora de baloncesto del mundo y un referente en el deporte de su país.

El caso es que la carrera profesional del ala-pívot en la NBA había quedado ensombrecida los últimos años por los logros deportivos y personales de su esposa con Los Angeles Sparks, desde que debutó en la WNBA (la NBA femenina), en la que no ha parado de batir récords: Rookie del Año y Jugadora Más Valiosa en 2008, doble medallista de oro olímpica en Pekín y Londres, primera mujer en hacer un mate en un partido de la NCAA y la segunda en hacerlo en un partido de la WNBA...

Sobre todo lo de los mates es lo que más impacto mediático le ha dado. Posiblemente es la mujer que ha logrado más en la historia del baloncesto femenino hasta el punto de ser la única ganadora de un concurso de mates con chicos de la talla de Josh Smith, Rudy Gay y JR Smith, actualmente consumados matadores de la NBA. En aquella competición, correspondiente a la edición de 2004 del célebre McDonald´s High School All American (un All Star que reúne a las estrellas universitarias masculinas de USA), Parker conmocionó a todo el planeta con sus brincos y acabó inscribiendo su nombre al lado de LeBron James, Carmelo Anthony o Vince Carter.

El caso es que Shelden pasó en poco tiempo de ser la «exestrella de Duke» a ser el «marido de Candance», un sambenito que le acompaña en Estados Unidos y del que ahora quiere desprenderse haciéndose un nombre en Europa. Su apuesta es demostrar en el Chalon que puede ser un jugador importante en el Viejo Continente, para el próximo verano dar el salto a uno de los «grandes» de Europa. Y de momento la apuesta tiene buena pinta, al convertirse en uno de los mejores jugadores en números de la Euroliga: 15.5 puntos, 9.8 rebotes y 21.8 de valoración por partido (el tercer mejor jugador de la competición tras Jordan Farmar y Rudy Fernández). De momento, en Europa, Shelden es Mr. Williams y no el «marido de»...

Williams es cuñado de Anthony Parker, ex del Maccabi y Toronto. Los lazos familiares de Shelden Williams con el baloncesto van más allás de su matrimonio con Candance Parker ya que la esposa del ala-pívot del Chalon es, a su vez, hermana de Anthony Parker, alero de 1.98 ya retirado tras una gran carrera en la NBA en equipos como Philadelphia, Orlando, Toronto o Cleveland, franquicia en la que jugó las tres últimas temporadas.

Los aficionados del Unicaja recordarán a Parker sobre todo por su etapa en el Maccabi de Tel Aviv, equipo con el que se enfrentó a los verdes en la Euroliga y con el que conquistó tres títulos continentales (2 Euroligas y 1 Suproliga), además de ser elegido MVP de la Final Four de 2004 y MVP de la máxima competición continental en 2005 y 2006.