Tel Aviv, Moscú y, desde ayer, Madrid. Ésa es la nueva conexión aérea que inauguró «Aerolíneas Unicaja», a las que suma otras tres, con sede en Málaga, y con nombres suculentos también: Barcelona, Siena y Panathinaikos. Seis equipazos de primer nivel, seis rivales que, muy probablemente van a colarse en el Top 8 de la Euroliga, y seis conjuntos que han caído esta misma temporada, en un intervalo de apenas cinco meses, a manos del Unicaja. El cuadro cajista asaltó ayer la «Casa Blanca» y derrotó al, probablemente, mejor equipo del Viejo Continente. Lo hizo a base de los elementos que, de un tiempo a esta parte, ha mostrado con tremendo descaro el cuadro de Jasmin Repesa: defensa, concentración minimizando errores y tirar del talento final de Williams.

El americano acumula detractores y admiradores. Desde el primer día, yo me alineé con los que disfrutamos viéndole, hacemos la vista gorda cuando defiende con la mirada y pide la bola cuando los demás miran para otro lado porque él gana partidos. Pero no les quito ni una pizca de razón a los que cargan contra él tachándole de rémora durante buena parte de los partidos. Lo fue ayer. Y durante muchísimos minutos. Tiempo en el que el Unicaja vivió de su esfuerzo colectivo atrás y de la inspiración de Krunoslav Simon y Luka Zoric.

La conexión croata estuvo espléndida, con un «doble-doble» para el pívot (21 puntos y 12 rebotes) y 18 «castañas» para el alero, leyendo el juego, posteando ante Llull y ayudando en defensa. Tiempo en el que el Unicaja subió y bajó, como es norma esta campaña. Lo que ha cambiado ahora, en los tres o cuatro últimos duelos, es que tras una desconexión, los cables no se quedan «pelaos», sino que vuelven a emitir corriente. Tras el 4-11 de salida, el Unicaja encajó un 26-7 (35-23, min.16) que, en otra época, hubiese supuesto la rendición total e incondicional del ejército malagueño. Pero algo ha cambiado.

El Unicaja se mantuvo, con uñas y dientes, a las apariciones de Sergio Rodríguez y Jaycee Carroll. No estuvo Rudy Fernández, por molestias en su espalda. Y, en ciertas partes del encuentro, cuando a Pablo Laso le venía el viento a favor, incluso el Madrid probó y trató de cultivar aspectos pensando en el futuro. Que si Mirotic de «tres», que si dos pívots puros como Begic y Hettsheimeir... Repesa contraatacó con una inédita zona 1-3-1 que no hizo daño, pero demostró que en los entrenamientos el equipo no juega al parchís ni rellena quinielas -vista la carestía de jugadas-, sino que se trabaja.

Ahora el Unicaja sobrevive a esos parciales ante los que hace un par de semanas caía rendido. Ahí está lo del Zalgiris, lo del Cajasol, lo del propio Madrid... Ejemplos, «haberlos haylos». A patadas. Pero ahora que el equipo sabe sacar el paraguas a tiempo y guardarse del agua que cae a jarrillos. En el vestuario, en el descanso, el equipo se cambió de ropa, llegó sequito y reluciente al parqué y le metió un parcial de 2-17 al Madrid, que no se esperaban. Pensaban los blancos que este Unicaja era el que se rindió en Euroliga en el encuentro de ida. La falta de humildad les condenó. Zoric firmó unos minutos brillantes en el tercer acto y Simon se cascó 9 puntos en el cuarto. Atrás, todos como leones, con Dragic y Panko, ambos horribles en ataque, transmitiendo su fuerza en labores de destrucción.

Con el Madrid superado, el Unicaja puso la máxima en el arranque del último parcial: 55-66. Todos, absolutamente todos, sabíamos que después del subidón, las «Aerolíneas Unicaja» iban a iniciar el aterrizaje. Lo que, vistos los últimos encuentros no sabíamos a ciencia cierta, era si la llegada iba a acabar en tragedia o si el «comandante Repesa» iba a salvar los muebles. La tripulación se temió lo peor, cuando Rodríguez volvió a demostrar que le tiene manía a los de verde: 63-66, con un parcial de 10-2 El «Chacho» se picó con Williams. Buena señal. Dos triplazos, uno para cada uno: 69-71, a 1:59.

El Madrid no acertó y Williams esta vez no se sacó un triplazo de la chistera. Fue un pase, magistral, que encontró a un Fran hambriento: 69-73. En la guerra del tiro libre, el Unicaja salió ileso. Y amplió sus ciudades conquistadas: Madrid. Sigue con muchas cosas que decir el cuadro de Los Guindos en Euroliga. Es quinto de grupo, con 6-5, a un triunfo del Panathinaikos, que ayer devoró al Alba (7-4). Con el average para los malagueños, a falta de tres jornadas, viene a Málaga el CSKA y los griegos visitan a un Madrid que querrá venganza. Ambos el jueves a las 20.45. La Euroliga está «pechá» de bonita...

Lo mejorLuka Zoric, MVP de la jornada

El partidazo de ayer de Luka Zoric, otro más, es de los que hay que guardar. El croata está de dulce y le ganó la partida a los pívots rivales. Con un «doble-doble» de 21 puntos y 12 rebotes fue el MVP de la jornada en la Euroliga con sus 33 de valoración.

Lo peorLaso no pudo contar con Rudy

Una pena no ver en acción a Rudy, porque el mallorquín siempre garantiza espectáculo. Y también porque con él en la pista, la victoria hubiese sido más redonda y hoy nadie diría que Laso se guardó algunas cartas.

@Falimguerra