­A sus 19 años, Dejan Todorovic ya ha debutado en el Unicaja. Lo hizo el pasado curso, luego Joan Plaza se lo llevó a la pretemporada y jugó con él un encuentro de Euroliga (llegó al descanso tras jugar en LEB Oro con el Clínicas) y otro de Liga Endesa. El primer equipo es su meta y espera alcanzarla el próximo curso. Mientras, a las órdenes de Francis Tomé, el balcánico (Mrkonjic Grad) anota casi 15 puntos de media por partido en la LEB Oro, su trampolín. Mide 1,96, es un portento físico, sabe tirar y ya se ha asentado, tanto él como su cabeza. De hecho, se siente como un veterano en el Instituto de Fertilidad Clínicas Rincón. Con una sonrisa contagiosa pegada en la cara, Dejan, uno de los diamantes de la cantera de Los Guindos, habla de su pasado, del presente y del futuro.

¿Cómo le va la vida al que ha sido máximo anotador de la LEB Oro a la conclusión de la primera vuelta de la Liga?

Bien, bien, muy bien.

¿Qué le dice el hecho de tener esta estadística en anotación?

Me dice que tengo un buen camino y que he de seguir entrenando. Escucho a la gente que habla de mí y tengo el apoyo de mis padres, que me ayudan mucho. Están en Bosnia. Y yo en Málaga: entreno, entreno y entreno.

¿Siente que está en la temporada de su confirmación?

Hay espacio para mejorar mucho. Estoy tranquilo jugando. Me están saliendo bien las cosas, intentando mejorar y así seguiré hasta fin de temporada.

Tiene aún 19 años y cumplirá los 20 a final de mayo. ¿Qué le está dando Todorovic al equipo?

Si no hay equipo no hay tiros, no hay canastas, no hay nada. Mi mejor arma es el tiro y si los bases no me pasan y si los pívots no me bloquean no tengo nada. Me siento muy cómodo y trato de ayudar a los más jóvenes a ir aprendiendo.

¿Con 19 años ya es uno de los veteranos del equipo?

Yo estaba en su situación hace unos años. A su edad yo no sabía cosas y estamos trabajando.

¿Qué le pide Francis Tomé?

Él tiene mucha confianza en mí. Me deja hacer muchas cosas, muchas más de las que otros entrenadores me dejaría. Es un buen entrenador, ha visto algo en mí y me da confianza.

¿Dónde quiere jugar la próxima temporada?

Está clarísimo: quiero jugar en la mejor Liga de Europa y la segunda del mundo. Quiero jugar en la ACB, pero hay que ver qué va a pasar, si voy a estar sano y muchas cosas. Es mi sueño poder jugar con el Unicaja.

¿Qué le ha dicho Joan Plaza?

Él no habla conmigo mucho. Él es muy profesional. En pretemporada me ha querido dar oportunidades, dándome la titularidad. Me encanta su trabajo y es un gran entrenador. Me encantan sus normas.

¿Qué diferencias encontró entre entrenar con el Unicaja y hacerlo con el Clínicas Rincón?

Juegas con jugadores más listos y tienes menos espacios. Es normal. Los jóvenes queremos hacerlo siempre bien y a veces sale y otras no.

En verano firmó un nuevo contrato en el que renunció a ganar dinero. ¿Por qué lo hizo?

Me gusta mucho Málaga y todo este club. Quiero seguir aquí, porque se trabaja bien y duro. En mi país se sabe qué entrenadores hay y cómo se trabaja, y esto me encanta.

Cuando llegó a Málaga se se achacaba su «mala cabeza». ¿Ha arreglado ya ese asuntillo?

(Risas, muchas risas). Te voy a decir la verdad. No era algo de cabeza. La verdad es que cuando vine a Málaga era un niño que quería hacer muchas cosas que no podía hacer con esa edad. Quería hacer muchas cosas y no me salían y me ponía muy nervioso. Ahora me he dado cuenta.

¿Tener amigos en el primer equipo, como Zoran Dragic, le ha ayudado?

Sí es un gran amigo, también Vlade (Stimac). «Zoki» está haciendo un gran trabajo, es muy bueno. Es un camino a seguir. Tenemos un juego diferente y sé que tengo que trabajar para tratar de ser como él, es un animal y de los mejores jugadores del equipo y de toda Europa, aunque cada uno tenemos nuestro juego.

Aunque aún es joven, ¿tiene ya novia malagueña?

Uffffhhhh... ¡Novia no tengo! Sólo tengo algunas amigas, pero ninguna novia.