La lesión de Zan Tabak le abrió la puerta de la titularidad en el Unicaja del curso 2004/05. Él venía de firmar un gran año en Las Palmas, donde estuvo cedido una temporada. Antes, había jugado con Bilbao los play off por el ascenso a la ACB, sin éxito. Sergio Scariolo contó con él como segundo pívot, pero sin el croata, Fran Vázquez tuvo que dar un paso al frente. Lo hizo al lado de Garbajosa. El gallego aprovechó la sabiduría del madrileño y se puso las botas jugando junto a él. La Copa de Zaragoza ´05 llegó y Tabak se recuperó, pero Fran ya había marcado su territorio y fue clave en el torneo, donde el pívot levantó su primer título de Copa del Rey.

Han pasado ya diez años de aquel feliz acontecimiento. Una década que ha dado para mucho. Y el de Chantada, tras decir que no a la NBA, fichar por el Akasvayu y alcanzar la gloria en el Barça, decidió volver a casa hace ya un par de veranos. En su tercer curso en el Unicaja, el pívot afronta la Copa siendo el único superviviente de aquel título inolvidable para todos. Y lo hace, además, en la cresta de la ola. En su vitrina guarda cuatro Copas, ya que conquistó tres con el FC Barcelona e incluso se proclamó el MVP del torneo en Bilbao 2010.

Tanta gloria le ha puesto en una situación de privilegio. Fran es el segundo jugador con más mates y tapones en la historia de la Copa del Rey. Y está tan cerca de los líderes que podría encabezar el ranking tras Las Palmas 2015. Con 21 tapones en sus 21 partidos de Copa, el gallego comparte la segunda posición con Juanan Morales, a sólo uno de igualar a Fernando Romay, líder con 22. Y en la parcela de «matador» suma ya 21 y tiene a cinco a un excajista como Boniface Ndong, que llegó a machacar 26 veces en los torneos coperos.

Será una Copa especial para él. Fran se ha convertido en un verdadero «Rey de Copas». «Los títulos son colectivos, no individuales. Los títulos son de los equipos en los que he jugado», dice el jugador.

Es el único superviviente de aquella Copa de Zaragoza y ahora se mide al Bilbao Basket, donde estuvo cedido por el Unicaja al final del curso 2002/03. Ahora, el rival en cuartos es el equipo vasco. «Viví en Bilbao dos meses. Salió aquella opción y estuve bien y a gusto, pero no se pudo subir a la ACB. Son recuerdos que te marcan para seguir trabajando. De mi época allí queda poca gente, el utillero y poco más. Me trataron muy bien y estuve a gusto. Disfruté del baloncesto».

Luego, el Unicaja le envió a foguearse al Gran Canaria con Pedro Martínez. Y en Las Palmas, donde guarda un gran recuerdo, puede levantar su quinta Copa del Rey. «El de Gran Canaria fue un año maravilloso, estuve cómodo dentro y fuera de la pista. Demostré que podía jugar en la ACB con la ayuda de Pedro. La gente del club me trató muy bien. El pabellón era muy pequeño, ahora con el nuevo han ganado afición y eso gusta, pero siempre me quedaré con el CID, con la presión que había. El nuevo me ha gustado en todos los sentidos, hará que vaya más gente y lo han preparado muy bien, es bonito jugar allí», explica.

Ahora llega la Copa y el Unicaja parte como uno de los favoritos, ya que es el líder de la Liga Endesa. Sin embargo, Fran huye de previsiones. «En la Copa del Rey da igual lo que hayas hecho en la Liga. Es el torneo del KO. El primer partido, si no estás bien, te vas a casa. Hay que estar tranquilos, la gente nos pone como favoritos por el trabajo que hemos hecho pero debemos ser humildes. Ojalá que lleguemos y acabemos sin lesionados, eso sería una buena noticia. Llegamos líderes, aunque lo positivo es que cuando hemos sido regulares nos hemos mantenido unidos».

El equipo ha aprendido la lección tras el traspié contra el CAI en la Copa de Málaga. «El año pasado el favoritismo fue para el de casa y este año vamos primeros, pero el objetivo es ir allí y jugar tranquilos, sin presión. Nunca se sabe lo que va a pasar. Ahora, sólo me veo viajando a Las Palmas y jugando el jueves. Pasito a pasito», resume el gallego.