­El parón tenía mala pinta. Eso de estar 13 días sin competir después de estar siete meses jugando un día sí y otro también no podía traer nada bueno ni para el cuerpo ni para la mente ni siquiera para el espíritu. Al Unicaja le sentó, desde luego, como una patada en los mismísimos el puñetero descanso obligado por el play off europeo del Real Madrid contra el Efes turco. Es curioso que precisamente el equipo blanco sea hoy el más beneficiado del frenazo cajista de ayer en Sevilla. Cosas del deporte y de los calendarios.

El caso es que el líder de la Liga Endesa sigue de parón. Ayer, al menos, no apareció en Sevilla. Ni rastro del minuto 1 al 40 del equipo capaz de ganar en Valencia, en Vitoria o casi donde le ha dado la real gana esta Liga ACB. El resultado de la «espantá» verde fue una derrota tan justa, tan justa, tan justa, que es que no admite discusión ni permite buscar culpable en ningún agente externo tipo arbitraje o similar.

El Unicaja ha sido esta temporada un equipo intenso atrás y resolutivo en ataque. Un LÍDER con mayúsculas Los días que el equipo no ha acertado ha reboteado para volver a tirar. Cuando han estado mal los exteriores, se han agigantado los de la pintura. Cuando ha habido lesionados, los actores secundarios han sido protagonistas. Los peores días de los titulares han sido los mejores días de los suplentes... Siempre ha habido, en definitiva, una solución ante cualquier problema. Excepto el día de Manresa, la hoja de servicio hasta ayer era inmaculada, incluyendo las derrotas de Zaragoza, Badalona y el Palau Blaugrana, días en los que se compitió y, alguna veces, hasta se fue mejor que el rival.

Anoche, sin embargo, ese equipo potente, implicado, intenso, trabajador atrás y paciente en ataque no apareció en San Pablo. Y en la ACB, si perdonas, lo pagas. Aunque al otro lado de la pista esté el antepenúltimo de la Liga, aunque el rival se estuviera jugando el descenso y, quizás, su propio futuro como equipo de baloncesto la próxima temporada tras un annus horribilis con cambio de propietarios, de jugadores y de entrenador. En España las cosas son así. El antepenúltimo en Turquía, en Italia, en Alemania o en Rusia te permite un error. En la Liga Endesa, sin embargo, el tercero por la cola te mata si no estás a lo que tienes que estar.

Al equipo le faltó ritmo desde el salto inicial. ¿Casualidad? No lo creo. Al Unicaja se le vio incómodo. Siempre a remolque del rival. Las estadísticas a veces son engañosas, pero esta vez... El Unicaja tiró peor que el Baloncesto Sevilla desde la línea del tiro libre (89%-80%), de 2 puntos (52%-46%) y desde el triple (37%-28%); cogió menos rebotes (41 por 36) y repartió menos asistencias (15 por 11). Imposible con esos números ganar a nadie.

Solo Caleb Green pasó ayer de los 10 puntos anotados (13) y de los 10 de valoración (11). El americano y Markovic fueron los que mejor superaron las dos semanas de parón. Granger, Toolson, Kuzminskas y Fran Vázquez estuvieron, sin embargo, lejos de su nivel habitual.

Dentro de la mala sensación general ofrecida por el equipo, la mejor noticia fue ver vestidos de corto y ayudando a Carlos Suárez y a Kostas Vasileiadis. Especialmente importante es la recuperación del griego. Tras casi dos meses fuera de las pistas, Kostas le puso mucha voluntad, aunque sin buenos porcentajes. El de Salónica está de vuelta. Si él llegara bien al play off, el salto de calidad del equipo sería...

La «marea verde» fue la otra cara amable de la derrota. La afición viajó a Sevilla en un número más que considerable. Es una pena que el equipo no pudiera brindarle el triunfo, pero es una realidad que equipo y grada vuelven a ser una piña y que ese matrimonio solo puede traer buenas noticias en el futuro próximo.

Ahora toca pasar página y apretar. La derrota en Sevilla supone minimizar las opciones cajistas de acabar en lo más alto de la clasificación. Para empezar, este mediodía el equipo de Joan Plaza perderá su privilegiada posición en la clasificación si el Real Madrid gana en su cancha al Bilbao Basket. Si se da ese marcador -la lógica dice que así será-, el Madrid será primero por su mejor basket average y el Unicaja pasará a ser colíder. Mismos triunfos y mismas derrotas para merengues y cajistas, pero ellos por encima hasta que el jueves blancos y verdes se citen en el BarclayCard Center de la capital del reino para jugar su partido aplazado. Será, seguro, otra historia.