El Unicaja de Joan Plaza ha perdido la magia. O eso parece. El equipo cierra hoy con un derbi ante el Baloncesto Sevilla una semana negra en la que se ha caído de la Copa del Rey y se ha descolgado del Top 16. Tres derrotas consecutivas, ante Estrella Roja, Real Madrid y Anadolu Efes, tres exigentes test en los que el Unicaja sí ha competido, pero no ha sabido jugar los finales apretados. Al Unicaja le ha faltado este puntito, ese gen ganador que distingue a los equipos con estrella de los que no están llamados a lograr grandes éxitos. Y al conjunto de Plaza le ha dejado realmente mal parado. Señalado, fuera de la cita del KO, con malas sensaciones, horribles gestiones en los desenlaces y falta de recursos desde el banquillo y en la propia pista. No pinta nada bien el presente del equipo malagueño.

Ésta es la realidad. El Unicaja se ha quedado con un único base -Alberto Díaz-, un «uno y medio» como Nelson que no carbura en los momentos calientes y un Nedovic que vino como «uno», ahora juega de «dos» y cada vez parece más un cero a la izquierda, por su rendimiento y por la total desconfianza que el cuerpo técnico tiene en él. Y eso que sus cualidades están fuera de toda duda... La lesión de Markovic ha sido una zancadilla que el equipo no ha sabida sortear. Ni en los despachos, con una deficiente gestión de la secretaría técnica a la hora de encontrar soluciones, ni en en la dirección del equipo, incapaz de encontrar respuestas apropiadas en situaciones límite.

Y en plena depresión, tras dejar pasar un tren precioso en el Top 16, a nueve victorias del líder tras 17 partidos en la ACB, sin Copa del Rey, fuera de la próxima Euroliga, con falta de liderazgo y con menos de 7.000 aficionados en el Carpena, aparece hoy el derbi andaluz ante el Baloncesto Sevilla.

Un derbi siempre es un derbi. Es un partido especial en el que las rachas pasan a un segundo plano. Las sensaciones importan más que el baloncesto y, más que el juego, importa el resultado. Especialmente para este Unicaja, tan necesitado de victorias y que ya perdió en el encuentro de Sevilla, dando una muy mala imagen.

Joan Plaza estará hoy muy pendiente de su enfermaría. Porque al vestuario le ha atacado un virus gripal. Jackson, con fiebre, no se entrenó ayer. Nelson y Kuzminskas lo hicieron con muy mal cuerpo. El que no estará seguro es Richard Hendrix, que cayó mal tras tratar de machacar el aro ante el Efes y se hizo un esguince de grado uno en el tobillo izquierdo. Al menos, Jamar Smith ha mejorado de su crisis asmática. Se le echó mucho de menos el viernes por la inoperancia de Edwin Jackson y las malas decisiones tomadas por Nedovic en el tramo final. También se añorará a Hendrix, muy bien ante el Efes, y que ayer iba con muletas. Y es que ni siquiera está garantizada su presencia para la próxima semana. Fran Vázquez deberá dar un paso al frente. El Unicaja lo necesita.