La prolífica cantera maña ha aportado gran cantidad de jugadores desde finales de los años 70, siendo sus exponentes más representativos varias parejas de hermanos que han hecho de Zaragoza un lugar destacado entre las canteras de la liga ACB.

Los pioneros fueron los hermanos San Epifanio que curiosamente nunca llegaron a debutar en el equipo de su ciudad natal. El mayor, Herminio, Epi I, jugador del Caja de Ronda en la temporada 82/83, tuvo una extensa carrera profesional; mientras que Juan Antonio, Epi II, se convirtió en referente absoluto e icono en nuestro país y fue nombrado mejor jugador europeo de la década de los 80.

Quienes sí dieron sus mejores años en el CAI Zaragoza fueron dos parejas de hermanos que componen nuestro particular póker de figuras aragonesas: los Arcega y los Angulo.

El as de picas: José Ángel Arcega. Base de talento y coraje e indiscutible timón del equipo durante más de una década. Director de juego de corte clásico, sobrio, eficaz y siempre resolutivo, le contemplan 582 partidos en la Liga ACB y 64 entorchados nacionales. Pepe Arcega fue el espejo para Joaquín, el pequeño de la saga, un talentoso base alcanzó sus mayores éxitos en Portugal como uno de los primeros comunitarios gracias a la Ley Bosman.

El as de diamantes: Alberto Angulo. Escolta de calidad suprema, un tirador cuasi infalible. Como está de moda definir sería un «jugador con muchos puntos en las manos». En Ciudad Jardín las canastas aún recuerdan un espectacular duelo de artilleros con Serguei Babkov en la temporada 95/96 en la que anotó 28 puntos frente a los 36 que alcanzó el Zar de Zares. Su exitosa carrera prosiguió en el Real Madrid y en la selección española.

El as de corazones: Lucio Angulo. Alero todoterreno con buena mano, capacidad reboteadora, intenso en defensa y que siempre aportaba. Su buen debut en Zaragoza le abrió las puertas de equipos más punteros como Taugrés y Real Madrid, donde lo reclutó Scariolo para volver a formar dupla exterior con su hermano Alberto. Como detalle anecdótico, Lucio fue de los primeros jugadores ACB que usaron el apellido materno, Espinosa, en su camiseta de juego.

El as de trébol: Fernando Arcega. Un polivalente ala-pívot de 2,04 que siempre ocupará un lugar de honor en la historia de la selección española al conseguir la gloriosa plata en los JJOO de Los Ángeles 84. Fernando, el mayor de la saga Arcega Arpete, desarrolló íntegramente su carrera en el club maño. El «abuelo» fue capitán e icono del CAI hasta la retirada de su dorsal 6 y posteriormente ha desempeñado varios cargos políticos en los últimos años en su ciudad natal.

El póker de ases maños coincidió en la plantilla del CAI Zaragoza en la temporada 94/95, el último año en activo del eterno Fernando Arcega. Por primera vez, dos parejas de hermanos jugaban juntos en una apuesta por la cantera que ahora parece inviable en las canchas españolas. En su visita a Ciudad Jardín, Alberto Angulo y Pepe Arcega fueron fundamentales para conseguir una inapelable victoria zaragozana por 89 a 104.