Es la distancia que separa al Unicaja del gran objetivo de la temporada: la Euroliga. Si los verdes son capaces de ganar los próximos cuatro partidos en la competición continental lograrán un doble objetivo: conquistar la Eurocup y jugar la próxima temporada la Euroliga. ¿Será muy difícil? Sí; ¿Es imposible? No; ¿Cómo se consigue? Jugando como en Múnich.

La victoria en Alemania enseña el camino del éxito. Un base trabajador que obliga a sus compañeros a defender como Alberto Díaz. Hace años un entrenador me hablaba de las bondades de José Manuel Calderón como jugador y me decía: «De todas sus virtudes, la mejor es que obliga a sus compañeros a defender. Cuando los jugadores miran hacia adelante y le ven bajando el culo se sienten obligados a defender para no quedar en evidencia». Eso es lo que provoca Alberto Díaz en el equipo. Un líder valiente: Nedovic. El serbio jugó a su mejor nivel y demostró en la cancha lo que mucho veníamos diciendo hace tiempo, que es el mejor jugador de la competición. Un referente interior: Dejan Musli. El partido del serbio fue excelente y el equipo le buscó. Sus 11 tiros a canasta, sólo superados por los 13 de Nedovic, muestran cuáles son las dos grandes armas del equipo. Y por último, un banquillo que aporte, el miércoles en el Audi Dome representado por un gran Kyle Fogg. Todo lo demás suma, como los 9 rebotes de Waczynski o los decisivos tiros libres el capitán Suárez, sus únicos puntos en el partido, sumados a una gran defensa, pero la base es la base.

El Unicaja vuelve casi un año después a Krasnodar. El 31 de marzo del año pasado los verdes fueron a la capital del sur de Rusia para hacer turismo. El entonces potente Lokomotiv Kuban ya estaba clasificado para el Top 8 de la Euroliga y el Unicaja, eliminado; pero las cosas han cambiado mucho. El equipo de «la ciudad de los cosacos» ha perdido a sus mejores jugadores.

Malcom Delaney juega en la NBA con los Atlanta, Randolph y Draper en el Real Madrid, Claver en el Barcelona y Singleton en el Panathinaikos. Sólo se mantienen el australiano Broekhoff y el americano Janning en un equipo que no debería ser un gran impedimento en el camino hacia la final.

Lo peor del cruce de semifinales es el viaje, porque cualquiera de los otros dos semifinalistas -Valencia o Hapoel- son mejores equipos que el Lokomotiv. Krasnodar es un viaje muy complicado a una zona de conflicto, a menos de 200 kilómetros de la península de Crimea, aunque eso no impide que estemos ante una de las ciudades con mayor crecimiento económico de la Federación Rusa y donde el paro se sitúa en torno únicamene al 1%. Esperemos que el equipo de Los Guindos sólo tenga que visitarla una vez y los jugadores salgan del Carpena por la puerta grande.