Felicidad, alegría, entusiasmo... La alegría se desbordó en el vestuario del Unicaja. Los jugadores lo celebraron a lo grande, como se merecía la ocasión. La plantilla, tras celebrarlo con la grada, entró en el túnel de vestuarios. Se volvieron para volver a festejarlo con un Carpena entregado a la causa y, después, en el vestuario, se destó la alegría.