El Unicaja ha llevado hoy el título de Eurocup ganado el pasado mes a uno de los clubes con más solera del básket malagueño, el Ciudad de Melilla. La copa, en su tour por algunos lugares, ha hecho escala este martes por la tarde en las instalaciones del club. Oliver Lafayette y Nemanja Nedovic han sido los encargados de llevarla. Dos excelentes embajadores del Unicaja.

Hasta aquí, todo normal. El problema es que Nedovic ha aparecido en el colegio con varios dedos de la mano derecha totalmente vendados. En concreto, tres de ellos. Y claro, han saltado todas las alarmas. "Nedo" es propenso a las lesiones. Sufrió una muy grave por un golpe fortuito que le tuvo de baja casi dos meses, en el pie, que le impidió hasta hace pocas semanas mover el dedo gordo del pie.

Golpes, ojos morados, esguinces de tobillo... Y ahora, una mano vendada. Se trata, según ha explicado el club, de un golpe en un dedo de la mano que no reviste gravedad. La aparatosidad del vendaje y el hecho del "historial médico" del jugador han provocado una alarma que, a priori, está ya desactivada.