­Morayoninuoluwa Chukwemeka Soluade es, simplemente, «Mo». Un proyecto de jugador que llegó hace seis años a Málaga de la mano del Unicaja y que, tras hacer «mili» fuera de la zona de confort que le brindó el club de Los Guindos, quiere agarrarse fuerte al sueño. Acaba de cumplir los 22 y confiesa que está «flipando» con todo lo que le está ocurriendo.

Morayo Soluade aterrizó hace ya seis temporadas en el Unicaja. ¿Qué queda del «Mo» que llegó a Málaga siendo un niño al de ahora, ya con 22 años?

He ido madurando como jugador y persona. Tengo más presencia en pista, me siento más líder y juego mucho mejor. He mejorado mi físico. Yo no lo noto, pero todo el mundo me dice que estoy más fuerte.

Antes era usted un «tirillas» y ahora está muy fuerte€

(Risas) Yo me veo igual€ Pero sí que estoy algo más fuerte. Y tengo muchísimas ganas de ponerme a trabajar a tope con Diego (preparador físico) para ponerme aún más fuerte y poder jugar en Euroliga si me dan la oportunidad.

¿Qué tal su vuelta a casa?

Increíble, de verdad€ Estoy flipando con todo esto.

¿Se esperaba volver?

Cuando estaba en Burgos no pensaba que iba a volver. Hice una buena temporada, pero quizá no tan buena como para volver aquí. Pero al final subimos y eso ayudó. Cuando me llamó mi agente estaba muy sorprendido.

¿Qué tal los primeros días de entrenamientos?

Muy bien€ Volver aquí no es ir a un sitio nuevo, para mí es como volver a casa. Estoy aquí y me tratáis como familia. Estoy muy a gusto con el nuevo equipo.

¡Qué difícil es que un canterano pueda llegar al primer equipo! ¿Hay algún modelo establecido o cada jugador es un mundo?

Para cada persona es diferente. Cada uno ha de vivir su vida y encontrar su sitio perfecto. Yo he tenido que irme fuera para darme cuenta de lo que tenía aquí. Fue muy duro, por ejemplo, ir a San Sebastián y hablar con gente que había estado en la ACB y que me recalcaba la suerte que yo había tenido por estar en el Unicaja. Porque yo eso lo veía normal€ Había empezado en uno de los puntos más altos, y me di cuenta que lo que se vive aquí no es lo normal. No todo el mundo cobra. Algunos tardan meses en ganar su dinero, si les pagan. Yo y Roma (Romaric Belemene), que estuvo también cedido en Manresa el año pasado, lo hablamos: qué suerte habíamos tenido por haber empezado nuestras carreras en el Unicaja. Lo tienes todo aquí para crecer. Y yo me he tenido que ir fuera para darme cuenta.

¿Quién le llamó para contarle que el Unicaja quería seguir contando con usted?

Mi agente. Estaba en Barcelona, con mi hermana, en un barco, de excursión. Y yo me quedé loco. En mi mente pensaba a qué equipo podía ir después de Burgos. ¿París? Pensaba en otro equipo. Y mi agente me dijo que el Unicaja me quería para dos años más. Y me puse a gritar de alegría.

¿Qué se ha encontrado en su vuelta a Málaga como miembro del primer equipo, aunque en una plantilla de 14 jugadores?

Voy a ayudar cuando pueda. Entrenando o jugando. Cuando el coach me llame para salir a la pista, lo daré todo. La temporada va a ser muy larga. Espero poder tener minutos. Va a ser muy duro para todos y voy a tratar de enseñar lo que pueda para mostrar lo que puedo hacer en los entrenamientos y en los partidos de pretemporada. Cuando el coach me diga que salga a jugar, yo saldré a darlo todo. Con energía, con defensa. Me siento muy, muy feliz. Hemos hecho dos semanas muy duras. He venido pensando en darlo todo y con esa mentalidad, mi cuerpo se siente mejor. No vengo a pasear, sino a darlo todo.

Tras la Copa Andalucía, Plaza dijo que un pelirrojo entró en el equipo como tercer base y llegó a ser el titular. ¿Se da por aludido?

Alberto lo que hizo el año pasado fue muy grande. A ver si puedo crecer como persona y como jugador, e iré a muerte si puedo salir a la pista.

¿Es Alberto un ejemplo para todos los canteranos?

Es un gran ejemplo para cualquier jugador, canterano o no, que llegue a un nuevo equipo. Alberto es un ejemplo para todo el mundo.

¿Le está ayudando mucho en estos primeros días de trabajo?

Sí, sí, sí€ Me ayuda a entender los sistemas, cómo quiere Joan que jueguen los bases y escoltas, y me ayuda mucho.

El sábado, en la Copa Andalucía, le faltó tirarse las zapatillas€ ¡Vaya descaro!

Cuando empiezo los partidos me pongo muy nervioso, pero a los pocos minutos me siento muy cómodo. Metí el primero y me dije a mí mismo que tenía que seguir tirando. Metí el otro. Y luego otro... Y me dije: «Me las voy a chupar». ¡Y salió bien!

Varios de esos triples fueron en un enfrentamiento muy bonito contra otro canterano de Los Guindos, Alfonso Sánchez.

«Fon» y yo jugamos juntos con el Clínicas y volver a verle y jugar contra él fue un placer. Es una grandísima persona y un grandísimo jugador. Me dijo que estaba muy contento de verme de nuevo.

Antes de marcharse fuera de Málaga, en su último año con el Clínicas, llegó a promediar un 50% en triples.

Fue en LEB Oro, sí. Jugaba con grandes bases ese año, con Alberto Díaz y Pepe Pozas. Bases de primer nivel. Y al jugar con ellos, mi nivel también subió.

¿Qué ha hablado con Plaza?

No hemos hablado mucho él y yo solos. Sé qué quiere de mí: defensa, energía y que corra.

¿Se ve ya jugando de nuevo en un Carpena lleno? ¿Recuerda aquel partido de Euroliga en el que usted jugó contra el CSKA, junto a Kenan Karahodzic?

El Carpena cuando se llena€ es increíble. Recuerdo aquel partido. «Mo, a la pista». «¿Qué, yo?». La primera jugada era un saque de fondo y puse un medio bloqueo. Y digo: «Se acabó, me sientan». Y cogí la bola y corrí. No veía nada, sólo el rojo de sus camisetas. Y me tiré un triple. Cuando volaba, me dije: «¿Qué he hecho?». Y entró. Salió bien aquel partido.

Ya tiene 22 años y no puede subir y bajar del filial al primer equipo, aunque hay 15 cambios en la ACB. ¿Puede ser un impedimento para verle jugar más?

Ojalá nadie se lesione, pero siempre hay pequeños problemas, y yo voy a estar preparado siempre para jugar.

¿Es tan bueno McCallum como parece?

Es tan bueno, sí. Es un pedazo de jugador y una gran persona. Hace de todo. Es fuerte, salta, tira, penetra€ Te hace un crossover y te deja tirado en el suelo...

¿Qué tal ha llegado Nedovic?

Se pegó un mate el primer día... Llegó el lunes y pensé que vendría tranquilo. Y cogió un balón, penetró y se pegó un matazo y volvió como si nada... Tengo muchas ganas de poder entrenar con él este año y aprender mucho.

Ha renovado dos temporadas. ¿Es un voto de confianza?

Me da mucha confianza. Cuando el año pasado me lesioné la mano, en el club estaban muy preocupados. Y eso me ayudó. Porque al principio, cuando me cedieron a San Sebastián y luego a Burgos, yo estaba muy atento por si había una lesión y podía volver. Pero eso no era vida. Hablé con mi padre y me pidió que me centrara sólo en jugar y en mi equipo y mi Liga.

¿Le gusta este Unicaja?

El Unicaja siempre es competitivo y este año no va a cambiar.