Hace ya un mes que por Los Guindos se habla también en femenino. El 21 de agosto, las chicas pasaron de las pistas exteriores donde se entrenan los equipos de niños y niñas de la Escuela Baloncesto Guindos a la tres pistas de las coquetas y remodeladas instalaciones del Unicaja. El club, tras la decisión de la Fundación Unicaja, creó su sección de chicas. Cuatro equipos, de infantil, pasando por cadetes hasta llegar a las júnior y al primer equipo, las senior. Mismas instalaciones, servicios médicos, fisios, cuidados y mimos que a los chicos de la cantera. Niñas malagueñas para relanzar el baloncesto femenino en Málaga.

El proyecto cumple ya un mes y, por fin, la mujer ocupa su espacio en el Unicaja Baloncesto. Ellas son ahora, y lo saben, el espejo en el que se mira todo el básket femenino de nuestra provincia. Aunque la idea aún tardará en calar, el Unicaja senior trata de ser el representante del deporte de la canasta y llevar el nombre de Málaga a lo más alto. El proyecto no es cortoplacista. Las chicas han llegado para quedarse muchos años y para pensar, por qué no, en un Unicaja en Liga Femenina 1.

Este curso, el Unicaja competirá en el Grupo A de Primera Nacional, junto a Conquero, Náutico Sevilla, Adeba, Virgen del Carmen, La Carlota, Maristas 75, Leyenda Camarón y Cádiz Gades. El otro equipo malagueño de la categoría, el ASISA-CB Alhaurín de la Torre, participará en el Grupo B. El debut ya está marcado en rojo en el calendario de Lorena Aranda «Peque», la entrenadora del primer equipo del Unicaja. El 15 de octubre será un día histórico para el baloncesto femenino malagueño. El Unicaja debutará en Los Guindos contra el Leyenda Camarón de San Fernando. Y, para mostrar la mejor de las caras, las chicas apuran la pretemporada. «Peque», junto al club, tuvo que armar el equipo a contrarreloj. Y el resultado es «satisfactorio», según confiesa la propia entrenadora. «Tenemos una plantilla muy joven, con una ilusión tremenda, que trabaja muy duro, con un futuro increíble», explica.

La base del grupo son chicas del Mijas-Gamarra, de EBG y del CB El Palo, sin «fichajes». «Aquí nadie juega por dinero y por eso no se ha traído a ninguna malagueña que está ya triunfando en Liga Femenina 2. Así que debemos tener paciencia. Habrá finales apretados en los que nos falte ese punto de experiencia, es lo que tiene contar con un grupo joven, pero yo estoy muy ilusionada», dice Aranda.

El equipo cuenta con nueve jugadoras como esqueleto, con el refuerzo de otras cuatro júniors. «Peque» tiene que tirar de las más jóvenes porque tiene varias bajas. María Hernández está fuera de Málaga, con una beca universitaria, y volverá en las próximas semanas. Además, la marbellí Remedios Velasco ultima ya su recuperación de una importante lesión del cruzado de la rodilla.

La capitana es la pívot fuengiroleña Sandra Pérez, que se ha formado en Salliver. Sandra es estudiante de Medicina, al igual que María Molero. En el equipo no sólo hay malagueñas. Camelia Martos es jiennense, estudia en la UMA y proviene de EBG. Ana Moyano se ha criado en El Palo, al igual que Inés Botella, que a pesar de ser de la generación del 98 ha estado ya en Estados Unidos, y el año pasado jugó en Huesca. También viene de El Palo la ala-pívot Lucía Hernández. «Cuchi» Gómez es, como otras compañeras, del 92 y proviene de Mijas-Gamarra. Ellas son las nueve jugadoras de este Unicaja.

Las júnior refuerzan los entrenamientos y van subiendo y bajando. Uno de los grandes valores de la cantera es Paula Tello, campeona de Andalucía con Málaga y de España por comunidades autónomas, que se colgó la medalla de oro en el Eurobasket sub’14 con la selección española. También es base Marta Ortega, que jugó en Salliver el año pasado. Irene Viruel y Aitana Nuevo le dan centímetros al equipo.

El proyecto está en marcha y ya no parará hasta el final de curso. Las chicas se entrenan de 21.00 a 23.00 horas. «Los lunes trabajamos sin las júniors y la pasada semana, entre bajas y lesiones, sólo éramos cuatro. Parecían ocho por la intensidad y tuve que echarlas del entreno a las once y pico, porque no paraban», narra la entrenadora malagueña.

«Peque» lleva ya muchos años como fisio en la cantera del Unicaja y, en sus horas libres, entrena. Su último reto fue el Mijas-Gamarra, donde estuvo muy cerca del ascenso. «El nivel que percibo en este grupo es muy alto. Diferente a otras etapas como entrenadora, porque siempre he tenido a jugadoras veteranas. Pero estas chicas transmiten mucho, tienen ganas de aprender y avanzar y estamos muy contentas. Sé que somos el Unicaja, el equipo a batir, pero no hay que meter presión». El sueño del Unicaja femenino está en marcha. Y promete fuertes emociones.