Para que Joan Plaza siga haciendo historia ha de superar a Javier Imbroda. El entrenador melillense estuvo a cargo del equipo seis cursos, de 1992/93 a 1997/98. Seis años históricos en el básket malagueño. «Mi Unicaja no es el de ahora. De mis seis años jugamos competición europea tres. Eran otros medios, otro Unicaja», recuerda Imbroda a La Opinión. «Era un Unicaja que empezaba, que nacía de una fusión muy complicada, que no fue bien recibida por algunos sectores y por otros con resignación. Estábamos en el embrión, creando un nuevo club, con una afición divida, un equipo con identidad, con gran presencia de jugadores de la cantera. Y todo aquello tuvo un resultado inesperado. Costó tiempo, pero se consiguió», recuerda el coach.

«Ahora el Unicaja está siempre en Europa y los que somos de aquí y queremos a esta casa queremos verlo entre los mejores y luchando por títulos. No es fácil, pero Unicaja es Unicaja», dice Imbroda, que resta trascendencia de bajar del segundo al tercer puesto histórico del ranking. «Es ley de vida, que vengan entrenadores que superen esa marca y me la quiten. Me alegra de que un entrenador como Joan Plaza me desbanque. Yo ya estoy en la historia del club, como segundo o quinto, eso lo de menos», comenta Imbroda, que confía en «tener un rato tranquilo con Plaza para poder tomar un café». «He hablado con Joan alguna vez, pero no hemos tenido un momento tranquilo para sentarnos. Hemos tenido varios amagos de quedar pero no ha podido ser», señala Javier: «Es un honor estar junto a Scariolo y Plaza», finaliza.