Un parcial arrollador en el tercer cuarto (25-10), después de una primera parte muy igualada (40-39), le valió al Unicaja anoche para sumar una nueva victoria liguera, la sexta consecutiva, frente a un buen UCAM Murcia, pero incapaz de aguantar la quinta marcha ofensiva que puso el equipo de Joan Plaza tras el descanso. El «maquillaje» del rival en los diez últimos minutos, con el partido ya sentenciado, solo sirve para «engañar» a los que miren solo el marcador final. El partido solo tuvo un color y fue el verde cajista. Ni más ni menos.

El Unicaja volvió a demostrar que ante su gente es un equipo de lo más fiable que hay en toda la Liga Endesa. Fuera del Martín Carpena tiene más problemas, es verdad, pero al amparo de la «marea verde» se hace grande, muy grande y los rivales aguantan lo que pueden. Algunos llevan el partido casi hasta el límite, otros resisten hasta la mitad de la segunda parte y otros, como este UCAM de ayer, bastante tiene con aguantar los primeros 20 minutos. El Baskonia es el único que ha salido vivo este curso liguero de Málaga, y de eso han pasado ya más de tres meses. Desde entonces, lo único que ha hecho el Unicaja en el Palacio es ganar, ganar y volver a ganar.

El triunfo ante el UCAM trae, además, el premio añadido de empatar en la clasificación con el tercero, FC Barcelona. Los catalanes perdieron con estrépito en pista baskonista y por solo 5 puntos aguantan terceros gracias al average general, por delante del Unicaja, que sigue cuarto, una semana más.

El desgaste europeo que en otras ocasiones ha aparecido en el tramo final del partido del fin de semana, esta vez se vio en el arranque. El Unicaja jugó 10 malos minutos iniciales. Mal en ataque y desconocido en defensa. Los jugadores de Plaza parecían siempre llegar un segundo tarde a cada balón. El UCAM lo aprovechó para meter 25 puntos y para tener alguna esperanza de dar la sorpresa en el Palacio.

El Unicaja le dio la vuelta al marcador en el minuto 12, 26-25. A partir de ahí ya el partido fue otro, aunque hasta el descanso el intercambio de canastas fue constante, 40-39. El 10-1 con el que arrancó el tercer cuarto fue el principio del fin para un UCAM arrollado por el juego verde. Con todo decidido, 70-51, llegaron el «maquillaje» final de los visitantes y los minutos para los canteranos de Los Guindos.

Y es que ayer, además de la victoria, se vio un hecho casi histórico, al jugar hasta cuatro canteranos verdes. Alberto Díaz y Morayo Soluade fueron titulares, pero es que también tuvieron sus minutitos Viny Okouo (casi 6) y el jugador del equipo EBA Ignacio Rosa, que entró en la convocatoria de Joan Plaza en el lugar del lesionado Jeff Brooks y disputó el minuto final. Aunque la presencia de Okouo y, sobre todo de Rosa, fuera casi anecdótica, lo cierto es que anoche una tercera parte del primer equipo del Unicaja estaba formado por jugadores que han crecido en las pistas de Los Guindos. Y eso hay que ponerlo en valor. A ver qué club de élite en España o en Europa puede hacer algo semejante...

Los números muchas veces explican lo que ha pasado en el partido a partir del porcentaje de acierto de unos y otros o del dominio del rebote. La clave estadística de lo de ayer, sin embargo, hay que buscarla en los balones perdidos y recuperados por cada equipo. El Unicaja tiene un +1 en ese apartado del juego. El UCAM, sin embargo, un -11, tras perder 16 y recuperar solo 5. Ahí estuvo una de las claves del resultado final.

Con Nedovic fuera del partido por su lesión en el tobillo, la plantilla de Plaza no buscó un solo héroe y socializó su juego: cuatro jugadores anotaron diez o más puntos y todos anotaron alguna canasta, excepto el canterano Rosa, que no le dio tiempo en los sesenta segundos que estuvo sobre el parqué.

El UCAM ya es historia. Hoy arranca una nueva semana de aúpa. El próximo jueves, en el Carpena, el Efes de Estambul. Los cuartos de final de la Euroliga están casi imposibles, pero hay que seguir luchando. El sábado, partido «grande» en ACB: Baskonia-Unicaja en el Buesa Arena.