El Unicaja no se rinde. Quiere acabar la Liga Regular entre los cuatro mejores y ayer demostró estar preparado para el reto en este esprint final de la temporada. El FC Barcelona no aguantó el «infierno» del Carpena en un partido agónico, que se decidió a 2.8 segundos del final, con una falta en ataque de Víctor Claver a Alberto Díaz de ésas que se pueden pitar... o no pitar. ¿Hay contacto? Evidente. ¿Tiene Albertito los dos pies clavados en el suelo? Sí. ¿Era necesario pitarla?... Pues los árbitros la vieron y la pitaron, evitando una prórroga en la que la agonía se hubiera alargado al menos 5 minutos más.

El caso es que la victoria verde coloca hoy a los de Joan Plaza a solo dos triunfos de los culés, pero con el average a favor. Y a solo dos, también, del Valencia Basket, rival liguero el próximo fin de semana en un duelo que se jugará en La Fonteta y que será «la madre de todos los partidos» camino de los ansiados cuartos de final de esta ACB, con el premio añadido, además, de haber en juego una plaza para la próxima Euroliga en el horizonte próximo. Casi nada.

Los culés van a soñar este curso con el Unicaja. Cuatro partidos con el de ayer entre verdes y blaugranas y cuatro victorias para los de Los Guindos. En la Euroliga, dos; y en la Liga Endesa, otras dos. Contra Sito Alonso en el banquillo, dos; y contra Svetislav Pesic, otras dos. Ningún otro equipo español ni europeo puede presumir de un dato semejante este curso -y puede que nunca en la historia- ante el que es, no lo olvidemos, vigente campeón de la Copa del Rey.

El Unicaja ofreció ayer una magnífica versión de sí mismo en la primera parte, aunque luego tuvo que sufrir para rematar a un rival que en el último cuarto incluso se puso por encima en el marcador.

Los de Joan Plaza hicieron un segundo cuarto de ensueño. Fue un festival en verde y morado. Poesía pura sobre el parqué del Martín Carpena. Apoyados en una defensa de manual, los verdes dominaron el rebote, corrieron y tuvieron un espectacular acierto en el tiro, que les permitió firmar un parcial de 27-4 que dejó al Barça muy tocado al llegar al descanso, 43-26.

Es verdad que luego todo cambió. El Barcelona se puso el mono de trabajo y empezó a restar la diferencia minuto a minuto, ataque a ataque, jugada a jugada. Todo lo que les entraba a los tiradores cajistas en el segundo cuarto ahora lo escupía el aro. El partido se igualó hasta el 55-55 del final del tercer cuarto. Partido nuevo, con 10 minutos por delante.

Esta vez el Unicaja sí supo encarar los minutos finales con acierto. El equipo emergió para «rematar» a su rival, que llegó a ponerse por delante en el arranque del cuarto periodo, pero se encontró con una versión muy seria de los verdes, que supieron sufrir hasta esa polémica última acción ya comentada en la que la falta de ataque de Claver evitó que el partido se fuera a la prórroga.

La verdad es que el equipo parece haber recuperado el tono otra vez después de esa racha de tres derrotas seguidas que le ha dejado sin casi margen de error para buscar la ventaja de campo en el play off de cuartos de final por el título. En la pista del Obradoiro tuvo el otro día esa pizca de suerte que siempre es necesaria en el deporte para cruzar la fina línea que separa la alegría del dolor. Ayer también tuvo fortuna en el cara o cruz final. Ojalá sea el presagio de algo bueno que esté todavía por venir.

De momento, hoy arranca una semana «especial». El domingo espera el Valencia Basket, el gran rival del Unicaja para la cuarta plaza y para jugar la próxima Euroliga. Será el «PARTIDO» La cuenta atrás está en marcha. La cita, el domingo a las 18:30 horas en La Fonteta.