El Unicaja ha apostado por la continuidad en su proyecto 2018/19. Hasta ocho jugadores repetirán respecto a la pasada temporada, algo que en los últimos años parecía inviable. La continuidad de algunos, como la de Sasu Salin, no representaron ningún debate en el seno del club. Desde que se comenzó a pensar en cómo armar este nuevo equipo, el escolta siempre ha sido un fijo para la dirección deportiva. Especialmente, si el equipo regresaba a la Eurocup. Luego, Luis Casimiro Palomo, ratificó esta idea. El técnico manchego ya tuvo al finlandés a sus órdenes en el Herbalife Gran Canaria y confía en él porque sabe bien lo que puede aportarle. De hecho, Casimiro tiene un plan con él. Lo tiene muy claro: Sasu Salin será el especialista en el tiro de su Unicaja.

Cuando Bernardino Pérez fichó a Salin para el Granca a comienzos del mes de febrero de 2015 trajo a un jugador de futuro. Con sólo 23 años ya era uno de los líderes del Olimpia Liubliana esloveno, y había debutado en Euroliga. Salin llegó con Aíto García Reneses en el banco, para reforzar al Herbalife para la Copa del Rey de Las Palmas'15, debido a las lesiones de Brad Newley y Txemi Urtasun. Salin firmó por el equipo amarillo con buena fama de gran jugador defensivo y buen tirador, y de jugador completo y con mejora.

Lo cierto es que su fortaleza física y su intensidad en el juego le hacen ser un todoterreno que, con el paso de las temporadas, ha mejorado en la lectura. Aunque, realmente, su punto fuerte es el lanzamiento exterior. Salin necesita muy poco tiempo para armar el brazo. Lo hace, además, de forma muy natural. Tirar para él es algo sencillo.

En 2013/15, en la Liga Adriática con el Olimpia, había firmado en 25 encuentros un sensacional 47,7% en tiros de tres puntos. Nunca llegó a esas cifras en el Granca, al contrario. Salin fue disminuyendo su porcentaje de acierto en el perímetro. En la Liga Endesa de 2014/15 estuvo en el 39%, en la siguiente campaña bajó al 36,6% y en su último año en Las Palmas se quedó en el 34,4%.

Salin fue ampliando su repertorio pero empeoró en lo que realmente le hacía diferente: su amenaza exterior. Joan Plaza no supo tampoco reconducir la situación y sacarle su máximo jugo en su primera campaña en el Unicaja, en la que Sasu Salin ha promediado en los 66 partidos que disputó el 36,3% de acierto desde el arco de 6,75 metros. Por eso, la intención de Casimiro es que Salin vuelva a recuperar sus mejores sensaciones y que él sea el especialista en el tiro del Unicaja.

Casimiro quiere evitar que Salin bote en exceso el balón en los ataques en estático. Tampoco le quiere para jugar los pick and roll con los hombres altos. Salin se pasará los ataques pasando bloqueos y esperando en las esquinas a que le lleguen buenos pases para lanzar a canasta desde el perímetro. Bien con los pies parados o en movimiento, tras salir de bloqueo.

Salin va a salir a pista en este nuevo Unicaja, básicamente, para lanzar de tres puntos y ser una constante amenaza. Por supuesto, que Casimiro cuenta con su sacrificio defensivo. Pero su rol en este nuevo Unicaja será el de especialista en el tiro.

¿Y Adam Waczynski? El polaco, desde luego, seguirá teniendo licencia blanca para tirar de tres. Fue el mejor lanzador del Unicaja el pasado curso con el 46,4% de acierto en el triple. Pero «King Kong», además de lanzar de tres, debe dar un paso al frente en ataque, haciendo muchas más cosas. Al igual que con la selección polaca o con el Obradoiro en su desembarco en la ACB, Waczynski tendrá más libertad, para penetrar, para postear, para ser importante en ataque. No hay que olvidar que esta pasada temporada fue el segundo máximo anotador del Unicaja, por detrás de Nemanja Nedovic. Junto a Salin, ambos serán la mayor amenaza exterior del Unicaja, con Brian Roberts y el interior Kyle Wiltjer.