Es evidente que el reto que tiene por delante el Unicaja en estos próximos días de superar al Valencia Basket en un play off con desventaja de campo es muy complicado. Sobre todo porque el rival es un equipo sin altibajos y que acumula un par de meses jugando a gran nivel y siendo muy solvente al amparo de su afición en La Fonteta.

Por todo ello, está claro que el favorito para este cruce es el Valencia Basket, que ha terminado cuarto la Fase Regular, que ha cerrado la primera parte de la temporada con un triunfo convincente ante el Baskonia este mismo fin de semana y que ha cumplido ya buena parte de sus expectativas, tras ganar la Eurocup y asegurarse una plaza en la próxima edición de la Euroliga.

Pero la historia le da un pequeño atisbo de esperanza a un Unicaja que ya sabe lo que es jugar y ganar un play off en el que parte con la desventaja del factor pista. Jugar ante tu público suele ser un factor decisivo, casi fundamental. La historia lo dice. Pero el Unicaja ya sabe lo que es «saltarse» la historia y pasar por encima del factor cancha. Ya lo ha hecho tres veces. Las víctimas fueron, precisamente el Pamesa Valencia, en la temporada 2003/04 y 2008/09, y el Real Madrid de Joan Plaza, en el inolvidable cruce de cuartos de final de 2007/08, en el que por primera vez en la historia el octavo de la Fase Regular le ganó al primero, algo que, por cierto, no ha vuelto a ocurrir nunca.

En esas tres ocasiones, «taronjas» y merengues contaban con el calor de su público y eran muy favoritos. Igual que en este caso lo son los valencianos de Jaume Ponsarnau. Los tres fueron cruces de cuartos de final, aunque el primero, el de 2003/04, se celebró en otro formato distinto al actual, al mejor de cinco partidos. Los otros dos ya sólo fueron a tres. Y el Unicaja firmó la proeza en las tres ocasiones.

El primer cruce contra el Pamesa que se resolvió a favor del Unicaja contando con el factor pista en contra se disputó en un momento muy delicado para la historia de la entidad de Los Guindos. Acabada la etapa de Bozidar Maljkovic, el club puso su proyecto en manos de Paco Alonso en el verano de 2003. El técnico dimitió cuando la competición había devorado un par de meses y su recambio fue Sergio Scariolo. El italiano recompuso el equipo tras la espantada del pívot Victor Alexander -llegó Larry Lewis- y se metió en los play off acabando la Fase Regular en la sexta posición. El rival de cuartos fue el entonces denominado Pamesa Valencia del francés Rigaudeau, de los argentinos Montecchia y Oberto, del griego Dikoudis o del serbio Tomasevic. Un auténtico equipazo «fabricado» con la ilusión de llevar a los valencianos a la ansiada Euroliga.

Aquel cruce de cuartos de final era especialmente importante para el club de Los Guindos, porque de quedar eliminado, el Unicaja se hubiera quedado fuera de la Euroliga la siguiente campaña, perdiendo lo que ahora se llama Licencia A. La eliminatoria fue preciosa y se resolvió en el quinto partido de la serie, en Valencia, después de que el Pamesa ganara los dos primeros choques en La Fuente de San Luis (91-80 y 82-66) y luego el Unicaja igualara la serie en el Carpena con otras dos victorias (86-81 y 69-58).

En el quinto y decisivo duelo, el Unicaja, agarrado a una zona 2-3 en la segunda parte y al acierto de Louis Bullock (23 puntos) y de Larry Lewis (20), asaltó la pista «naranja» y dio la campanada: 68-87. Ese partido es historia del club de Los Guindos. Uno de los más recordados por la «marea verde».

2003/04: Pamesa 2-3 Unicaja

2007/08: R. Madrid 0-2 Unicaja

2008/09: Valencia 0-2 Unicaja

Ante el Real Madrid de Plaza

Más mérito si cabe tuvo todavía la victoria frente al Real Madrid, unos años después, en la temporada 2007/08. Y es que el octavo de la Fase Regular nunca le había ganado al campeón (y nunca ha vuelto a hacerlo). Pero ocurrió en ese play off de cuartos, disputado ya bajo el formato de tres partidos. Una serie exprés en la que se vivieron momentos irrepetibles. El Unicaja logró una magnífica victoria en Vistalegre (73-89). Y unos días después, en un Carpena en el que no cabía ni un alfiler, llegó la gesta. El Unicaja venció 88-86. El Real Madrid, el gran favorito, caía ante el octavo. Una espina que Plaza todavía lleva clavada en su currículum como técnico.

Tan sólo un año después, el Unicaja y el Valencia volvieron a verse las caras. Y otra vez con el factor pista a favor de los levantinos. De nuevo el Valencia tenía un verdadero equipazo: Nando de Colo, Víctor Claver, Matt Nielsen o Kosta Perovic, por citar cuatro ejemplos. El Unicaja de Aíto García Reneses partía como víctima. También era un play off a tres partidos de cuartos de final. En Valencia, en el estreno de la serie, el Unicaja, guiado por Omar Cook (20 puntos) y Gary Neal (20), llegó a los últimos segundos con un punto de diferencia en su contra. Y un jugador que se puede decir que era un actor secundario en el plantel verde, el americano Zabian Dowdell, se jugó la última posesión, tras un saque de banda, y anotó una bandeja sobre la bocina: 82-83.

Fue increíble y la expedición cajista volvió a Málaga consciente de que debía cerrar la serie por la vía rápida, en la segunda entrega en el Martín Carpena. Y así fue: 85-76. Era la segunda vez que el Unicaja le ganaba al Valencia en cuartos y sin factor pista. Y la tercera en su palmarés.

Es cierto que en la Liga ACB, al igual que ocurre en la Euroliga, tener a favor el factor pista suele ser casi siempre decisivo. Pero, afortunadamente, hay excepciones que confirman la regla. Y el Unicaja lo va a volver a intentar. Tiene tres buenos ejemplos de los que el equipo debe tomar nota. Dos de ellos ante este mismo rival. Y ya se sabe que no hay dos sin tres.