La presentación de las equipaciones de juego se ha convertido en las últimas temporadas en uno de los acontecimientos más esperados por las aficiones durante el periodo estival. Los seguidores tinerfeños mostraron su alegría en las redes sociales cuando su club anunció que la camiseta para la competición europea supondría homenajear la etapa más exitosa en la década de los 80. El Iberostar Tenerife de 2019 apuesta por recuperar la esencia y la magia del Canarias ochentero. En esos años, el CB Canarias se convirtió en uno de los grandes animadores de la Liga al amparo de una afición que convertía en una caldera su emblemático pabellón situado en el Colegio Luther King. Con el patrocinio de Lucky, conocida marca norteamericana de tabaco, el conjunto aurinegro se caracterizaba por un baloncesto eléctrico y espectacular, aunque su irregularidad lo convertían en un «equipo ascensor» con descensos y ascensos que no le daban estabilidad.

El combinado canario estaba liderado por el mítico base Carmelo Cabrera, laureado jugador internacional que apuraba el final de su carrera, junto con contrastados jugadores nacionales (Juan Méndez, Luis Mari Prada o un jovencísimo Salva Díez, entre otros) y un killer de categoría como Eddie Phillips, que dejaría una huella imborrable en la isla.

La temporada 84/85 se cerraba de nuevo con el Lucky Canarias en la parte baja de la clasificación liguera. La lucha por la permanencia se preveía encarnizada. Su rival (el Caja de Ronda) penaría su mala temporada en un duelo sin cuartel en pos de salvar la categoría. El conjunto lagunero partía como favorito tras haber logrado dos contundentes victorias en sus choques ligueros previos.

En el primer partido disputado en el coqueto pabellón tinerfeño, los cajistas dieron la sorpresa consiguiendo una victoria ajustadísima. A las órdenes de José M.ª Martín Urbano (quien había sustituido en el banquillo a Ignacio Pinedo) y con un imparable Dan Caldwell que anotó la friolera de 32 puntos, el Caja de Ronda se hacía con la ventaja del factor cancha tras vencer por 74-75 en unos 40 minutos de infarto. La presión pasaba al equipo canario para un segundo envite con tintes dramáticos.

El domingo 17 de marzo de 1985 las gradas de Ciudad Jardín recibían al Lucky Canarias luciendo sus mejores galas para un enfrentamiento que iba a ser muy duro. El partido se convirtió en una lucha sin cuartel. Las alternativas se sucedían en el marcador, hasta alcanzar su cénit en un último minuto agónico. Caldwell y Germán González (quien años más tarde triunfaría en el equipo aurinegro) asumían la responsabilidad del ataque malagueño mientras que Carmelo y sus compañeros remaban más en equipo. Cuentan las crónicas que los instantes finales del duelo fueron de infarto. Budtko, el máximo anotador tinerfeño, marró dos tiros libres decisivos para empatar, permitiendo que Germán se transformara en el héroe local al encestar la canasta definitiva para el 94-90, certificando el descenso del Canarias a 1ªB. Desgraciadamente para el conjunto malagueño, la posterior eliminatoria definitiva contra el Caja Madrid también nos llevó al descenso.

Afortunadamente la competición y el deporte profesional dan muchas vueltas y lo que antes eran intensos enfrentamientos por la supervivencia se han convertido, en estos últimos años, en reñidos duelos en pos de alcanzar las cotas más altas de la clasificación.

La Peque - Columna

¿Sabías que el pabellón del Tenerife es conocido como La Hamburguesa?