El Unicaja cerró la temporada con una intrascendente victoria78-65 ante del RetaBet Bilbao Basket, que sirve para cerrar la participación de los verdes en una Fase Final liguera "extraña" en la que los de Luis Casimiro merecieron más, pero no tuvieron la suerte de cara en el momento de la verdad.

El Unicaja tuvo las semifinales en la mano en su duelo del martes ante el Baskonia. Pero con el rival agonizando, no fue capaz de sentenciar y los vascos le dieron la vuelta al partido y a la suerte del grupo a 1.4 para acabar la prórroga. Fue muy cruel, la verdad.

Con la moral muy mermada, la plantilla verde afrontó la última entrega de esta liguilla en un partido inútil para cajistas y para bilbaínos, ambos eliminados ya de cualquier opción matemática de pasar al Top 4. Sin Marko Simonovic, descartado, y sin Carlos Suárez, con molestias en un gemelo, el Unicaja jugó mejor que su rival y fue superior de principio a fin.

En un partido raro, sin tensión competitiva y con muchas rotaciones, los verdes mandaron en el marcador sin mucha diferencia antes del descanso, y con rentas ya cómodas en los dos últimos cuartos, por encima de los 10 de margen. Al final, + 13 para los verdes.

Lo mejor del partido fue ver jugar otra vez al canterano Pablo Sánchez con el primer equipo cajista. Entró en la convocatoria y el técnico le dio un ratito. Tiene el honor de ser el jugador más joven en debutar con el primer equipo en toda la historia. Lo hizo la pasada temporada con 16 años y 9 días, superando, nada más y nada menos que a Domantas Sabonis, que lo hizo con 17 años, 5 meses y 10 días. Ahora podrá contar también que jugó unos minutos en la Fase Final liguera extraordinaria del año del COVID-19.

Punto final a la temporada. La plantilla cajista está de vacaciones. Es momento de hacer balance y empezar a pensar en el futuro. El Unicaja 2019/2020 ya es historia. Arranca ya mismo el proyecto 2020/2021.