El tiempo pasa a velocidad pasmosa. Parece que fue ayer cuando el Unicaja rozó la semifinal de Liga Endesa en la «burbuja» de Valencia y, anteayer, cuando jugó la final de Copa del Rey 2020 en un Carpena ajeno todavía a mediados de febrero de la crisis sanitaria que estaba por venir, teñido de verde, vibrante y orgulloso de los suyos, aquella tarde, pese a la abultada derrota contra las superestrellas dirigidas desde el banquillo por Pablo Laso.

El equipo de Los Guindos despidió la temporada pasada con la sensación de haber podido hacer algo más en aquella Fase Excepcional de Valencia y hoy, 48 horas después del horario inicialmente previsto, arranca una nueva temporada en el Olimpico de Badalona. Tenía que haber sido el pasado sábado, pero un par de tests positivos del coronavirus encendieron la voz de alarma y obligaron a aplazar un partido que esta tarde-noche, por fin, se podrá jugar con todos los jugadores libres de COVID-19.

La Liga Endesa le tiene preparado al Unicaja un estreno en campo casi siempre hostil. Y es que el Olímpico de Badalona medirá hoy el estado de forma de los de Luis Casimiro, tras una mala pretemporada de resultados y sensaciones y con la sempiterna duda de si el juego interior estará a la altura de las circunstancias para pelear con los primeros en la mejor Liga de Europa y en la segunda mejor competición del básket continental.

Los verdes viajaron ayer con las ausencias ya conocidas de Carlos Suárez, Dragan Milosavljevic y Jaime Fernández. El capitán apura su puesta a punto tras lesionarse en el sóleo del gemelo en plena pretemporada. Su vuelta llegará en aproximadamente 7 ó 10 días. Al escolta madrileño y al alero serbio les quedan todavía varias semanas más.

Sin ellos, pero con Darío Brizuela ya sí recuperado de los problemas físicos que le hicieron perderse los dos últimos amistosos, el Unicaja buscará un triunfo que sería una auténtica inyección de moral para el equipo y para la afición, algo mosqueada con los suyos después de las feas derrotas de pretemporada ante el UCAM, el Valencia o el Herbalife Gran Canaria.

Al otro lado de la pista espera la mejor plantilla del Joventut en varios años. Los verdinegros, lejos de las ataduras económicas del pasado reciente, han tirado de chequera para reforzarse por todo lo alto. Ante Tomic es, sin duda, su nueva estrella. El pívot croata de 2.17 acapara, a priori, todos los focos. En Barcelona fue una institución y en Badalona será ahora su jugador franquicia.

En la zona le acompaña otro de los movimientos más importantes del mercado, aunque mucho menos mediático: el pívot eslovaco Vladimir Brodziansky, que viene de ser crucial en el Obradorio. Un jugador interior que ataca el aro con agresividad y se atreve desde el triple (46'3% de acierto). Ellos dos, junto a Conor Morgan y el joven Simon Birgander, van a ser los primeros en examinar el cuestionado juego de «pintura» verde.

Se han sumado también este verano al proyecto verdinegro otros dos viejos conocidos de la Penya, Ferrán Bassas -más de 8 puntos y 4 asistencias por partido en San Pablo Burgos- y Pau Ribas, otro exblaugrana reclutado para el nuevo proyecto 20/21 de Carles Durán.

No va a ser un estreno fácil. Por delante, los primeros 40 minutos de una temporada que empieza hoy pero que nadie sabe cómo ni cuándo va a acabar. Esta vez no vale eso de que «quedan no sé cuántas jornadas para remontar». Hay que ir a full desde el primer día. Vivir el presente y no pensar en el futuro. La cita, desde las 20.30 horas, se podrá ver en directo por Movistar Deportes 2.