Siempre se ha dicho: el flamenco se clava en el corazón. Millones de personas de todo el mundo lo han comprobado. Han sucumbido ante su magia en todos los rincones del planeta, aunque no sepan nada de este maravilloso arte. Lo recordaba Sara Baras pocas horas antes de estrenar su obra el pasado verano en Tenerife. El caso es que la bailaora apenas necesitó unos instantes para demostrar aquello a lo que había aludido antes de subirse a las tablas, y lo mismo ha ocurrido en el resto de teatros y auditorios en los que ha actuado en los últimos meses. Afortunadamente, este sábado le toca a la plaza de toros de Estepona.

La obra en cuestión es Sombras, espectáculo -ya presentado con anterioridad en Málaga- en el que la también coreógrafa celebrará los 20 años de su compañía con un viaje por los distintos palos del flamenco y lo mejor de su trayectoria. En concreto, uno de los momentos más esperados será, sin duda, La Farruca, que se ha convertido a lo largo de su dilatada carrera en el baile más representativo de la de San Fernando; ella misma reconoce deberle mucho. Lo repite en sus entrevistas, donde se sincera y expresa entre el respeto y el amor a su arte, algo que luego pone en práctica en el escenario con su taconeo, sutil y enérgico a la vez.

Además, la gaditana estará acompañada de un cuerpo de baile de primer nivel con una puesta en escena al alcance de muy pocas compañías. Luego está el virtuosismo de los músicos y la mágica iluminación. Pero, sobre todo, Sara Baras.

«Muchas veces me pregunto cómo se desahogan las personas que no bailan o que no se suben las escenario. Yo pongo el corazón y todo lo que soy a diario en el escenario. Me provoca mucha verdad, pasión. Me siento muy afortunada de poder trabajar en lo que me gusta. Estás muy concentrada, pero también disfrutas de tus compañeros. Se crean momentos de magia. Es como la vida, a veces lo pasas mejor, otras veces sientes la magia, otras veces el silencio del público te llega al alma», ha comentado la bailaora en una reciente entrevista con este periódico a propósito de Sombras. Una charla en la que la gaditana compartió con nosotros el secreto del éxito: «Los sueños se cumplen, pero hay que tener los ojos muy abiertos. Hay que trabajar mucho y no hay que bajar la guardia. Hay que estar muy pendiente y muy atentos a los consejos de los maestros. Es muy importante todo lo que aprendas, el no parar de entregar lo que eres es lo que te puede convertir en un buen artista. Tener una carrera lenta con los pies en la tierra y amar la profesión es lo que te hace llegar a ser una buena artista».