Lavavajillas portátil de Lidl: el invento del siglo que arrasa por motivos obvios

No, no necesita toma de agua para funcionar y solo gasta 6 litros por ciclo

Lavavajillas portátil de Lidl: el invento del siglo que arrasa por motivos obvios

Lavavajillas portátil de Lidl: el invento del siglo que arrasa por motivos obvios

Lidl lleva unos meses tirando la casa por la ventana con los electrodomésticos de su bazar: hace unos días, se popularizó la tablet de Lidl por menos de 150€ que está a un 16% por debajo de la media del precio de mercado, y ahora se ha corrido la voz sobre el nuevo lavavajillas portátil de la cadena alemana.

Este lavavajillas portátil de Lidl es todo un éxito por un motivo fundamental: al no necesitar toma de agua se puede instalar en cualquier parte de la casa (o, incluso, sacarlo de ella para llevarlo de camping) y es ideal para residencias con poco espacio en la cocina o para segundas viviendas donde los propietarios no quieren invertir en electrodomésticos caros.

Para funcionar, este electrodoméstico solo necesita toma de corriente y no hace falta que esté fijado a la toma de agua como sus homólogos habituales. Además, cuesta tan solo 279,99€: un precio significativamente inferior a otros competidores del mercado.

Lavavajillas portátil MIDEA de Lidl

Con un peso aproximado de 14 kilogramos y una carcasa protectora, el lavavajillas portátil de Lidl se puede situar en cualquier parte de la casa, convirtiéndose en una apuesta muy útil para aquellas viviendas que tienen pocos metros cuadrados (especialmente las que no tienen mucho espacio en la cocina o los monoambientes que comparten cocina y salón).

Además, tan solo mide 42 centímetros de largo por 43,5 centímetros de ancho y no necesita estar conectado a una corriente de agua (aunque se puede conectar en caso de que el cliente lo prefiera). Para ello, cuenta con un depósito con capacidad para 6 litros que hay que llenar antes de cada lavado.

Entre las características del lavavajillas portátil de Lidl está una temperatura máxima de 70 grados, un nivel de ruido de 58 decibelios, un certificado de eficiencia energética G o el consumo de 40 kilovatios por cada 100 ciclos de lavado.