Seis personas, todas ellas con antecedentes, han sido detenidas durante una operación en la que se han practicado cuatro registros domiciliarios. Antes de cometer el robo con fuerza, los arrestados analizaban las medidas de seguridad del local y, en ocasiones, trataban de captar a algún empleado para facilitar su trabajo. La organización llegó a hacerse con 180.000 euros, actuando entre Málaga y Madrid.