Calle Lope de Vega, distrito de Sant Martí, poco después de las diez de la mañana. Mossos del grupo de homicidios de Barcelona esperan la llegada de la comitiva judicial. Han encontrado el cuerpo sin vida de una mujer. Presenta signos de violencia. Alerta en las emisoras de radio de la policía catalana. Dan el modelo y la matrícula de un vehículo donde el hijo de la víctima, con su padre, parecía que había escapado. Un fuerte dispositivo policial se despliega por toda el área metropolitana. Una hora más tarde, localizan el coche en una finca familiar en Molins del Rei. En el interior del vehículo el cuerpo del padre, también con signos de violencia. Y fuera del coche, el del hijo de mediana edad. Se habría suicidado tras matar a sus padres. Esa es la principal hipótesis de la investigación. De ella se ha hecho cargo el juzgado de instrucción número 30 de Barcelona y ha decretado el secreto de sumario.