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El expresidente del Gobierno Felipe González manifestó ayer que la presidenta de la Junta de Andalucía y secretaria general del PSOE-A, Susana Díaz, «sin duda», tiene «fuerza y coraje» para liderar el PSOE, pero se preguntó «cuántos más hay así», para responder acto seguido que no lo sabe. Durante su intervención en Sevilla en un coloquio organizado por el Foro Joly, González expresó, tras ser preguntado sobre si apoyará a Díaz si opta a la secretaría general del PSOE, que «no, porque la fastidiaría».

Respecto al exsecretario general del PSOE Pedro Sánchez,indicó que, sin «cultura de partido, ha intentado hacer lo mejor que sabía, pero probablemente no sabía». En cuanto al hecho de que Sánchez lo acusara en una entrevista televisiva de conspirar para quitarlo como secretario general, ha manifestado que no vio esa entrevista, pero que si dijo eso, «al menos en ese momento, desvariaba».

Preguntado sobre si cree que Díaz debería ser la próxima secretaria general del PSOE, señaló que sería una «desgracia» para la presidenta andaluza y para él que se pronunciara sobre eso. «Hasta ahora por lo menos, que yo recuerde, a ningún candidato que haya apoyado ha ganado», apuntó, lo que ha provocado las risas de los asistentes.

En cuanto a cómo se resuelve la crisis de liderazgo en el PSOE, indicó que convocando el congreso del partido «en tiempo y forma». «Ni inmediatamente ni creo que se tenga que retrasar mucho, ninguna de las dos cosas, yo no soy quien tiene que definir el tiempo», dijo González, que no cree que haya que precipitarse y defiende la articulación de un debate político para saber si el partido está en condiciones de responder a las prioridades que hay actualmente en el país. En su opinión, el congreso se podría hacer en «tres, cuatro o cinco meses», e instó a los que están «al mando de estas cosas» a ponerse «las pilas» porque tampoco es tan difícil comprender la realidad y ofrecer un proyecto. «Ni es lo inmediato que algunos pretenden para que se produzca un congreso en descomposición ni es a calendas griegas, para saber si la breva cae cuando esté madura», señaló.

Se ha mostró convencido de que el PSOE se recuperará de la crisis vivida y defendió que, ante todo, tiene que recuperar la identidad de representar un proyecto de país que acepta la diversidad sin romper la unidad. Recordó que cuando él perdió las elecciones generales de 1996 por 300.000 votos se le ocurrió la «estupidez de asumir la responsabilidad» después de llevar 23 años como secretario general del PSOE.