Los centros educativos de Estepona vuelven a ser objeto de actos delictivos. Si hace un mes eran los colegios Santo Tomás de Aquino y Víctor de la Serna los que sufrían varios robos en sus instalaciones, la semana pasada le tocó el turno al colegio Simón Fernández en pleno casco histórico de la localidad.

Este centro sufrió tres robos o intentos de robo en apenas siete días, según explicó la concejala de Educación, Rocío Andrades. La edil no especificó si se sustrajeron artículos del centro, pero afirmó que se dañaron puertas y ventanas tal y como ocurrió en los dos colegios asaltados anteriormente.

La edil se mostró desolada e impotente por esta oleada de robos en los centros educativos y, por ello, se ha reunido ya con los jefes de la Policía Local y Policía Nacional para intentar poner una solución al respecto.

La edil comentó a este diario que también se ha reunido con el subdelegado del Gobierno en Málaga para tratar de llegar a una solución y pedir más refuerzos en materia de seguridad para los colegios. Rocío Andrades mostró su indignación por el hecho de que los ladrones hayan fijado su objetivo en unas instituciones docentes que no suelen tener objetos de valor en sus instalaciones, pero se producen daños importantes en sus infraestructuras al forzar las entradas.

Vigilar puntos conflictivos

Por su parte, el sindicato CSI CSIF criticó en un comunicado la situación de inseguridad en la que se encuentra el municipio, basándose en los últimos informes oficiales que apuntan a un aumento de la delincuencia en Estepona.

El sindicato también hizo referencia a los robos en colegios y afirmó que la solución que pretende el gobierno es vigilar los puntos conflictivos, como los centros educativos, con los ayudantes de seguridad ciudadana del Ayuntamiento.

Así las cosas, el sindicato arremetió contra el equipo de gobierno y el jefe de la Policía Local, Pedro Naranjo, asegurando que estas personas no tienen la cualificación necesaria para hacer ese tipo de vigilancia y que el equipo de gobierno municipal debe exigir la presencia de otras fuerzas de seguridad que sí están preparados para ello.

En este sentido, aseguraron que «ante cualquier incidencia que pudiera producirse por la intervención de personal sin la debida legitimación, sin formación y sin medios cabría responsabilizar directamente al señor Naranjo quien no debería consentir que dichas actuaciones lleguen a producirse; lo contrario sería entendido como una muestra de sumisión o de agradecimiento por la ocupación irregular de su cargo».