La venta ambulante ilegal es una lacra contra la que llevan tiempo luchando las diferentes corporaciones que han pasado por el Ayuntamiento de Benalmádena, además de una queja constante de los comerciantes de la zona de la costa. Tanto es así que este verano se ha reforzado la vigilancia en las zonas del paseo marítimo con una pareja de Policía Local de paisano que está actuando a pie de playa.

La Asociación de Comerciantes y Empresarios de Benalmádena (ACEB) afirma que «los comercios de la costa han mostrado su satisfacción por esta iniciativa con la que no se ha contado otros años, pese a que las pérdidas sigan existiendo». La asociación indica que, igual que el año pasado, durante este verano están teniendo unas pérdidas del 40% por culpa de la venta ambulante ilegal.

Estos comerciantes achacan también las pérdidas a la multitud de puestos ambulantes que sí tienen licencias tras ser autorizados por la concejala de Vía Pública, Concepción Tejada, durante el gobierno del tripartito con PSOE e IU. «Al final, nosotros no vendemos nada, porque tanto los ilegales como estos puestos ambulantes ofrecen los mismos artículos que nosotros», asegura un comerciante de Benalmádena Costa.

Reforzar la vigilancia

La alcaldesa de Benalmádena, Paloma García Gálvez, solicitó al subdelegado del Gobierno en Málaga, Jorge Hernández Mollar, que se realicen operaciones conjuntas con la Policía Nacional para reforzar la vigilancia en dichos enclaves con el objetivo de disminuir la presencia de vendedores ilegales.

Así se lo pidieron los comerciantes a la regidora benalmadense durante una reunión celebrada la semana pasada. El primer paso ha sido la incorporación de la pareja de policías locales de paisano que se une a los vigilantes de la playa y a las parejas de agentes que ya patrullan por la zona.

Esta iniciativa estaba incluida en el Plan de Verano que el edil socialista Manuel Arroyo había acordado con el jefe de la Policía Local, Francisco Zamora, y que ha sido rescatada por el nuevo equipo de gobierno para terminar con esta lacra que dificulta el desarrollo del comercio tradicional.

Una tonelada de artículos incautados en sólo dos meses

El almacén de la Comisaría de la Policía Local de Benalmádena cuenta con casi una tonelada de artículos incautados a los vendedores ambulantes ilegales en los últimos dos meses, según indicaron desde el Consistorio. Bolsos, gafas, relojes, pulseras, collares, ropa, carteras o productos de artesanía, todos ellos falsificaciones, se almacenan a la espera de ser llevados a la Planta de Residuos Sólidos de Casares para ser destruidos. En el caso de las bebidas incautadas; como el agua o los refrescos que llevan en las neveras los vendedores ilegales a pie de playa, se destinan a Cáritas para que puedan ser aprovechadas. Estos productos confiscados aumentan más con la llegada del verano, que es cuando más vendedores de este tipo hay por las zonas costeras, por lo que al finalizar la temporada estival pueden acumularse hasta tres toneladas. Además, la gran mayoría de los portadores no van a reclamar los productos incautados, ya que deben demostrar que no se trata de falsificaciones y asumir una multa de casi 300 euros.