La Policía Nacional ha detenido a tres hombres, unió de 44 años y de nacionalidad marroquí, y los otros dos belgas, de 48 y 50 años respectivamente, por su presunta implicación en un delito de tráfico de drogas. Dos de ellos fueron arrestados el pasado 9 de agosto momentos después de que atracaran en el puerto deportivo de Fuengirola, procedentes de Marruecos, además incautaron 500 kilos de hachís ocultos en la embarcación de recreo que tripulaban. El tercero fue detenido al día siguientes en el mismo municipio, y según los investigadores era el receptor y responsable principal de la sustancia incautada.

La investigación se inició en marzo del año 2015 cuando los agentes tuvieron conocimiento de que una persona afincada en Fuengirola intentaba alquilar un barco para introducir hachís en España desde Marruecos. Tras realizar las primeras gestiones, los investigadores averiguaron la identidad de esta persona, un hombre de origen marroquí afincado en la localidad fuengiroleña, quien había mantenido presuntamente contactos con patrones y personas relacionadas con barcos para acordar el transporte del estupefaciente.

También se pudo constatar que desde que se inició la operación, el principal investigado intentó en al menos dos ocasiones, introducir la droga en España por vía marítima con resultado infructuoso. En una de ellas trató de ocultar la sustancia en el interior de unos botes de detergente y cuando ya lo tenía todo preparado para envasar y transportar, la empresa a la que había encargado las maquetas le denegó la fabricación y entrega de envases. En otra ocasión, el timonel del barco con el que había acordado el transporte marítimo resultó arrestado antes de efectuar el viaje.

A primeros del mes terminó el operativo policial con la detención de dos tripulantes de un barco con bandera de Reino Unido, con el que el principal investigado había contratado el transporte de la droga. Tras un registro en la embarcación los agentes localizaron 500 kilogramos de hachís ocultos en un hueco existente entre el motor y el camarote del barco. Junto a la droga incautada los investigadores encontraron cloro granulado -sustancia que al parecer se utiliza para disimular el olor a hachís para evitar su localización por los agentes o sus perros-.

En el dispositivo se han incautado, además de la sustancia estupefaciente, una embarcación de 11 metros de eslora y 4 de manga, un vehículo deportivo y numerosa documentación relacionada con la investigación.