El portavoz económico del PP, Cristóbal Montoro, advirtió al ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, de que su formación está "profundamente incómoda" con la propuesta de reforma laboral del Ejecutivo socialista, ya que considera que está centrada en "abaratar el coste del despido", lo que redundará en una menor confianza de los españoles, menos consumo, menor inversión y, a la postre, más paro. La huelga "no es buena" para la economía española, subrayó la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal.

"Evidentemente no estamos cerca del sí", señaló Montoro, quien señaló que lo que se necesita es una reforma "mucho más profunda", que aborde una revisión completa de las relaciones laborales, así como del Estatuto de los Trabajadores, para flexibilizar la negociación salarial, el empleo juvenil y atajar el absentismo. Montoro no ha adelantado la posición del PP.

"Si no es la reforma laboral que necesita España, no la apoyaremos, con independencia de que se tramite como proyecto de ley", incidió el dirigente del PP. Además, en declaraciones en Punto Radio, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, indicó que los sindicatos "se encuentran en una situación muy complicada" y "tienen de alguna manera que salvar los muebles". Sin embargo, recalcó que "no es bueno" una huelga general para la situación económica española ni "para las necesidades que tiene hoy España".

Por su parte, CiU esperará hasta el día 22 para decidir su voto, según su portavoz parlamentario, Josep Antoni Durán i Lleida, quien advirtió al Ejecutivo de que a día de hoy el documento no le satisface, y "no sería aceptable". Desde el PNV, su portavoz parlamentario, Josu Erkoreka, adelantó que el decreto de mañana está "sujeto a cambios" y que éstos podrían afectar a aspectos "nucleares" y "muy relevantes", por lo que estimó que deben hacer un estudio "muy ponderado" de su voto.

También el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, supeditó el voto favorable de su partido a un compromiso "concreto" del Gobierno de incluir algunas de sus reivindicaciones, como una mayor flexibilidad de la negociación colectiva a nivel territorial y mejoras en las causas objetivas del despido.

Por otra parte, ICV e IU criticaron hoy que nadie del Ejecutivo les haya llamado para dialogar sobre la reforma laboral y enviaron una carta al ministro para decirle que "no pasa nada" porque hable con la izquierda.