Dominaba la malagueña plaza de la Constitución desde 1902, hasta que el alcalde Francisco García Grana la trasladó 57 años después a la barriada que posteriormente llevaría su nombre. La farola, conocida popularmente como el ´sonajero´ –gracias a las palabras del poeta malacitano Altolaguirre– sufrió el pasado miércoles una agresión por parte de tres personas.

Un menor de 16 años y dos jóvenes de 24 y 29 se plantaron en plena tarde con una furgoneta y un cable al que engancharon el monumento por un extremo y al vehículo por el otro con la intención de arrancarlo, tirarlo al suelo y venderlo después como chatarra. Incluso separaron previamente dos de las vallas que acotaban la farola y accedieron al interior.

Fue en ese instante, según informó ayer la Policía Local en un comunicado de prensa, cuando una dotación policial que patrullaba por la zona observó los hechos, comprobando como, debido a la fuerza ejercida con el vehículo se partía el cable, no sin antes provocar diversos desperfectos en la monumental farola.

Detenciones. Los policías procedieron a la detención de las tres personas y a su traslado a dependencias policiales, siendo posteriormente puestos a disposición judicial.

La farola será retirada en los próximos días por los servicios operativos del Ayuntamiento para ser restaurada. Por su parte, la furgoneta fue llevada por una grúa al depósito municipal debido a que carecía de seguro obligatorio, siendo propiedad de uno de los detenidos. Fue denunciado administrativamente por ese hecho. Al lugar se personó el director del distrito Cruz Humilladero, Alberto Díaz Guirado.

En 2002, la farola fue incluida en el catálogo municipal de bienes protegidos, fue realizada en la herrería de los hermanos Herrero de Málaga, y el proyecto, del arquitecto municipal Tomás Brioso, en 1902. Según contó en 2007 a este periódico el periodista Antonio Márquez –propulsor de las iniciativas para recuperar el monumento­– "la farola, para la época en la que se levanta en la plaza de la Constitución en 1902 tiene unas dimensiones muy importantes". Además, había que cambiarle las luces con una escala de bomberos. El cambio de sitio, en 1959, se produce con la remodelación de la plaza de la Constitución y la llegada de la fuente de las Gitanillas de Adrián Risueño.

El ´sonajero´ preside actualmente la plaza principal de la barriada 4 de diciembre, luego de García Grana, que acogería a los damnificados por las inundaciones de arroyo del Cuarto, el 4 de diciembre de 1958.