En su lucha contra la estética «playera» de muchos jóvenes, los hosteleros del Centro han decidido continuar este año con la campaña iniciada en veranos anteriores para prohibir a lo descamisados la entrada a sus locales durante la Feria de Málaga, que comenzará el próximo 12 de agosto. El objetivo: adecentar el entorno en que se celebra este tradicional evento.

De esta forma, aquellos establecimientos que dispongan de porteros, encargados de ejercer el derecho de admisión en los locales, impedirán el acceso a todos los clientes que acudan con el torso descubierto. Los empresarios también han acordado no servirles comida ni bebida a los feriantes que, en caso de que no haya personal de seguridad en la puerta, consigan pasar sin camisa.

Las chicas, por tanto, tampoco podrán desfilar en bikini o ropa de baño por los bares y restaurantes del Centro. Así lo manifestó ayer a este periódico el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de la provincia de Málaga (Aehma), Rafael Prado, quien aseguró que «muchos son los que le animan a seguir con estas actuaciones».

A dicha medida, implantada desde hace unos 5 años, se suma también una «recomendación» que el portavoz de los bares, restaurantes y cafeterías de Málaga lanza a los ciudadanos y que estriba en utilizar en ellos un tipo de calzado distinto a las chanclas. La finalidad, a su juicio, es evitar cortes con los cristales de vasos o botellas que pueden encontrarse en los bares del Centro durante la Feria de la capital.

«La iniciativa de impedir la entrada sin camiseta ha otorgado resultados muy positivos, por lo que tenemos que agradecer su comprensión a los malagueños, que entienden la necesidad de llegar a los negocios en otro estado», apostilló el presidente de Aehma.

La prohibición de pasear por la calle con el torso desnudo, según explicó, permanece vigente en otras ciudades españolas durante el resto del año. «Desde hace tiempo, también en Málaga la Policía advierte a los transeúntes de que se pongan la camiseta, aunque de momento no conlleva una multa», añadió.

En su opinión, «hay turistas que piensan que están paseando por las playas, cuando éstas se encuentran realmente en La Malagueta o en la Araña, pero no en el Centro», destacó.

La ordenanza municipal de la Feria establece, entre otras cuestiones, que los caballistas y cocheros deben vestir de forma tradicional conforme al tipo de enganche o montura que usen. No se permite el uso de pantalón corto o vaquero, ni zapatillas deportivas, mientras que también tienen prohibido transitar sin camisa.

Los hosteleros prevén una caída en las ventas

El presidente de Aehma, Rafael Prado, se refirió ayer a «un probable descenso en ventas» para la Feria de Agosto, cuando se espera la asistencia de «muchísima gente, pero con el bolsillo mermado». Esta valoración se ajusta a los indicadores que supone el balance de otras fiestas andaluzas que ya han tenido lugar, como la Feria de Marbella (Málaga), la Romería de El Rocío, en Ayamonte (Huelva), y la Feria de Sevilla, en la que, según detalló, se ha producido una caída de entre el 18 y 20% en las ventas. Aseveró también que el verano ha comenzado «a animarse» a partir del pasado 15 de julio.