La crisis. Estar a la cola económica en Europa también influye a la hora de elegir España como destino para emigrar. Y eso se nota incluso en el número de alumnos escolarizados este año en los centros educativos de Málaga. Los estudiantes extranjeros bajan al nivel de 2008, después de más de una década en continua y casi imparable progresión. En el curso 1999/2000 apenas si llegaban a 4.000. Este año son 28.540, unos 700 menos que el pasado, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Educación. La escuela, aquí también, es un claro reflejo de la sociedad.

Si la afluencia de inmigrantes es masiva, es lógico que esto también se manifieste en las aulas. Si se frena, también lo hace en los colegios e institutos. Aunque de forma tradicional los alumnos británicos eran mayoría, de un tiempo a esta parte los marroquíes ocupan el primer lugar. Casi el 20% del total del alumnado extranjero que este año estudia en la provincia. En total hay escolares de 158 nacionalidades distintas.

El sello de multiculturalidad está presente, por tanto, en la mayoría de las aulas. Y es un elemento que enriquece la convivencia, el aprendizaje y la adquisición de nuevos valores basados en la igualdad y el respeto a otras culturas. Málaga ha sido pionera, también, en este aspecto.

Programas

En 168 centros de la provincia, por ejemplo, existen Aulas Temporales de Adaptación Lingüística (ATAL), la columna vertebral de esta estructura de integración de los alumnos foráneos. Según explicó María Angeles Romero, del equipo de interculturalidad de la Delegación de Educación, este curso forman parte de este plan unos 1.600 alumnos. «En ellas se atiende las necesidades de estos alumnos para que aprendan el idioma, pero también se potencia y coordinan actividades para fomentar la interculturalidad a través de proyectos que sirven también para que se integren las familias, algo que es fundamental», explica.

A los marroquíes le siguen los ingleses en esta particular clasificación. Hay unos 2.000 estudiantes procedentes de Marruecos más que en 2007. Los argentinos también son numerosos, aunque son un millar menos que hace cuatro cursos. Si hace unos años se notó el incremento de los escolares procedentes de Europa del Este, fundamentalmente de Rumanía, desde 2008 el gran salto lo han dado los chinos (676 en 2007, 1.025 este curso).

Todos los centros que escolarizan a alumnado extranjero deben realizar un proyecto intercultural, que debe atender a tres ámbitos fundamentales: acogida de los estudiantes, aprendizaje del español como lengua propia del aula y mantenimiento de la cultura materna del alumno. Por este motivo, según Romero, además de las ATAL hay otros programas como el de Apoyo Lingüístico a Inmigrantes (148 centros y 1.500 alumnos) o el de Mediación Intercultural, con los que se ponen en contacto a familias de distintas nacionalidades.

Las claves

IncorporaciónLa escuela pública acoge al 92% de los alumnos extranjeros

La red de centros públicos de la provincia absorbe al 92% de los alumnos de origen foráneo. La presencia de inmigrantes en la escuela concertada es simbólica y se reduce al 7% (un 1% en la privada). Esta enorme diferencia viene justificada por la incorporación paulatina de alumnos de nacionalidad extranjera una vez comenzado el curso y fuera del plazo de preinscripción y matriculación. Del mismo modo, en municipios como la capital, la concentración de inmigrantes se produce en zonas donde la existencia de centros concertados es nula.

Formación 'online'Actividades para que los padres también aprendan español

Las Aulas Virtuales de Español (Ave), gracias al convenio firmado en su día entre Educación y el Instituto Cervantes, permiten a estos alumnos y a sus familias aprender la lengua vehicular online, ya que es importante que las familias también aprendan a comunicarse en español, para que haya un contacto fluido con los profesores de sus hijos y puedan, del mismo modo, ayudarles a estudiar en casa.