El envejecimiento de la población malagueña, como el conjunto de la española, no es más que una característica de la sociedad futura. Como toda transformación, tiene inconvenientes, pero también ventajas.

La delegada malagueña de Bienestar Social de la Junta de Andalucía, Ana Navarro, aseguró que la comunidad ya se ha adaptado a este incremento de habitantes mayores de 65 años.

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«De hecho Andalucía es la primera comunidad española que ha desarrollado políticas de envejecimiento activo», recordó. Para ello, ha contado con expertos y con la intervención de los propios interesados.

Este programa supone destinar parte de los presupuestos públicos a la financiación de actividades de ocio y aprendizaje para este creciente sector de la población. «Es una inversión, porque si los mayores están activos, tendrán que ir menos al médico», destacó Navarro.

Una parte del dinero público se dedica al pago del cuidado y la atención de los mayores enfermos. «Pero el grueso de mayores no está acogido a la dependencia, sino al programa de envejecimiento activo», aseguró la delegada.

Navarro aseguró que los servicios públicos dedicados a este grupo de población aumentan, pese a la crisis. Además y también como consecuencia positiva, «se han creado muchos puestos de trabajo relacionados con el cuidado y animación a las personas mayores», añadió.