­El teléfono no para de sonar pero nadie puede atender la llamada. El director va y viene a la carrera. El secretario hace también lo que puede. Es la escena que puede vivirse en cualquier colegio de la provincia en los primeros días del proceso de escolarización, que comenzó el pasado 1 de marzo sin la presencia de los monitores de apoyo administrativo, pese al compromiso de la Consejería de Educación. Estas ausencias están provocando el caos en la mayoría de las secretarías, ya que los equipos directivos no dan a basto.

El delegado del Gobierno de la Junta en Málaga, José Luis Ruiz Espejo, presentaba el lunes la escolarización como el proceso en el que más trámites burocráticos se realizan en Andalucía en el corto periodo de tiempo de un mes. La figura del monitor es indispensable para atender todo este papeleo, como admite Juan Bueno, presidente de la asociación de directores de Infantil y Primaria de Málaga (Asadipre). «Vivimos días de impotencia, desazón y rabia ya que la Junta no ha cumplido con su compromiso», explicó ayer. Ya lo sospechaban, sin embargo. Como ya publicó La Opinión de Málaga, el proceso de selección de personal por parte del SAE iba muy retrasado e iba a ser casi imposible que pudieran estar a tiempo.

«No tenemos ayuda para la escolarización y lo peor es que en los colegios nos estamos acostumbrando a la falta de recursos», critica Juan Bueno, que reconoce que las familias está obligadas a respetar unos horarios de atención al público muy reducido.

La falta de monitores provoca molestias en las familias y sobrecarga de trabajo a los equipos directivos, que ya de por sí se quejan de que tienen que asumir un importante esfuerzo adicional para atender todas las tareas burocráticas que implica la dirección de un colegio. Bueno va más allá y lamenta incluso que algunos colegios rurales no dispongan de conserje ni de personal auxiliar administrativo. «Siempre nos ofrecen excusas y disculpas, pero no cumplen», asegura el presidente de Asadipre.

Unos 130 colegios de la provincia de Málaga se encuentran en esta situación, después de que el pasado mes de noviembre la Junta despidiera a los monitores que hasta entonces venían ejerciendo su actividad. «Les pagaban muy poco, estaban maltratados, pero funcionaban muy bien», indica Bueno.

La Junta anunció un plan de choque para sustituir estos puestos con nuevos monitores que tenían que tener una titulación específica y ser parados de larga duración. Virginia Vázquez, portavoz en Málaga de los monitores en lucha, indica que la gestión del SAE está siendo «nefasta». Sostiene que muchas de las plazas ofertadas se han quedado desiertas, «porque hay candidatos a los que se les ofrece contratos de tan sólo ocho horas a la semana en colegios que se encuentran a 80 o 100 kilómetros de su domicilio, por lo que los rechazan porque casi que encima tienen que ponerle dinero».

Según Vázquez, este plan de choque de la Junta sólo tenía como objetivo «mover las listas de empleo», de ahí que no hayan incluido a los antiguos monitores que se quedaron en el paro, ni siquiera a los que cumplían con los requisitos de titulación.