A sus escasos cinco años, Ashya ya sabe bien lo que es estar en el centro de todas las miradas. Y a nivel internacional. Las fotografías que le mostraban en una cama del hospital con rostro triste, solo o acompañado de sus padres, han dado la vuelta al mundo casi literalmente. No hay medio que no se haya hecho eco de su caso. Por supuesto, en los tabloides británicos, en los que su imagen ha sido portada contundente, y en los diarios generalistas del Reino Unido y cadenas de televisión como la BBC o ITV, pero también en los medios españoles, en los franceses, en los de toda Europa€ Y en Estados Unidos, Alemania, Argentina. Todos pendientes de la evolución de un caso que ha despertado la ternura y la solidaridad de los ciudadanos, pero también el enfado y la rabia de no entender cómo las autoridades policiales de las islas mantenían a sus padres alejados de su pequeño enfermo y del resto de sus hermanos, al cuidado del mayor, Danny, que en estos días ha atendido amablemente a todos los periodistas a las puertas del Materno Infantil, tanto en inglés como en un perfecto español.

De las dudas iniciales que despertó la condición de testigos de Jehová de la familia se pasó a la lucha de unos padres con el sistema sanitario inglés por la búsqueda de un tratamiento alternativo. No ha sido su religión la que los ha traído a España, sino el convencimiento de que el tratamiento con protones puede ser más efectivo y menos invasivo para la salud del pequeño que la quimioterapia y la radioterapia. En periódicos como el Daily Mail han hablado con otros padres que optaron por los protones y que hoy disfrutan de la salud de sus hijos. Es el caso de Alex Novakovic, de ocho años y residente en Aylesbury, Buckinghamshire, cuya familia recaudó hace dos años 400.000 libras para tratarlo con éxito en Estados Unidos tras un desencuentro con la sanidad británica, según recogía ayer dicho rotativo.

Mientras, varios articulistas de The Guardian habían llevado al papel sus dudas sobre la actuación del hospital de Southampton y lamentaban que los padres hayan sido criminalizados por preocuparse por su hijo. Y en The Telegrah, Danniel Hannan, diputado británico en el Parlamento Europeo, aseguraba que «los Kings eran muy evidentemente víctimas de una injusticia».