El exconcejal de Cultura y Educación del Ayuntamiento de Málaga Miguel Briones tomó ayer posesión como subdelegado del Gobierno en la provincia, cargo en el que sustituye a Jorge Hernández Mollar, jubilado, por ley que asiste a los funcionarios, de las labores de la representación pública.

Durante su discurso de investidura, pronunciado frente a una nutrida representación administrativa y de su partido, con su homólogo en Andalucía, Antonio Sanz, al frente, Briones apostó por el diálogo y la coordinación y aludió con entusiasmo al presente de Málaga, una provincia, dijo, de «potencialidades que a veces se antojan infinitas» y que, en su opinión, enfila actualmente el camino de la recuperación económica, con proyectos inminentes como la conexión por alta velocidad con Granada y Sevilla y la finalización de la A7. El nuevo subdelegado aseguró que en breve la provincia será el punto del país mejor comunicado por tierra, con la locomotora turística, además, a pleno rendimiento y en espera de sumar en los próximos meses otra infraestructura: el Museo de Bellas Artes previsto en la Aduana.

Miguel Briones, que tuvo palabras de reconocimiento para su predecesor, insistió en la educación como piedra angular para mejorar la convivencia y erradicar las lacras actuales. En este sentido adelantó su compromiso: «No acepto esta Subdelegación a beneficio de inventario; soy conocedor de que aún quedan pendientes acciones de gobierno que proporcionen a la provincia una mayor calidad a su territorio y, por consecuencia, a su población», incidió.

En su primer acto como subdelegado, el exedil también quiso subrayar el trabajo desempeñado por el Gobierno de Rajoy, que, a su juicio, ha introducido en estos últimos años mejoras incontestables en la provincia. Briones reconoció la dureza de los tiempos, «que no son de champán y rosas», aunque con la confianza depositada en la política «con mayúsculas», que, señaló, es la única vía para salir del atolladero. Eso sí, insistió, sin demasiadas revoluciones. «Tampoco son tiempos para oír cantos de sirenas, ensayar fórmulas cuasi mágicas o venerar nuevos ídolos», indicó.

Para el subdelegado, está en el horizonte más inmediato del Gobierno recuperar la confianza «perdida a jirones», precisamente, abundó, como consecuencia del «envite partidista» que «algunos» identifican, resaltó, con la actividad pública. En materia de seguridad, elogió el esfuerzo de las fuerzas de seguridad y señaló a la violencia de género como «la principal amenaza de convivencia».